Parece ser que la predicción que dio a principios de octubre, Jed York, dueño de los 49ers de San Francisco, cuando su equipo alcanzó un récord de 0-5 puede llegar a cumplirse. En esa ocasión nadie le creyó cuando aseguró categórico: “Vamos a ganar la NFC Oeste”.
Y es que en este Monday Nigth Football pareció haber sólo un equipo en el Estadio de la Universidad de Phoenix, Arizona porque los Cardenales lucieron casi todo el partido sin vida, sin alma, sin espíritu y lo que es peor sin idea de cómo jugar este estratégico deporte, a tal grado que los aficionados que habían pagado su boleto dejaron casi vacías las gradas antes del fin del partido.
Y no es para menos. Su QB Derek Anderson completó sólo 16 de 35 pases, cometió una intercepción para un índice de 51.6, y no logró coordinarse con sus compañeros de manera adecuada. Incluso por momentos pareció que ni siquiera sabía correctamente cuáles eran las jugadas que le ordenaban desde las laterales.
Así el equipo de la Bahía logró hacerse del control del encuentro gracias a un balón suelto sucedido debido a que Anderson no logró pasar el balón de manera correcta a su corredor y que fue capitalizado con un pase de touchdown de 38 yardas que Troy Smith lonzó a Michael Cabtree en la jugada inmediata a la recuperación del balón.
San Francisco nunca más perdió la ventaja en el juego y se fue al descanso con ventaja de 21 a 6 gracias a dos acarreos de touchdown de 1 y 8 yardas realizados por Anthony Dixon y Brian Westbrook que entró debido a una lesión de Frank Gore en el primer cuarto y logró un partido de 23 acarreos para 136 yardas que no lograba desde diciembre de 2008.
Los protagonistas del primer encuentro de temporada regular de la NFL jugado fuera de territorio norteamericano, y que fue jugado en el legendario Estadio Azteca de la Ciudad de México, cayeron en la segunda mitad en un letargo que sólo regaló un par de goles de campo más de Shane Andrus de 38 y 26 yardas para dejar la pizarra final en 27-6.
Con este resultado, los 49ers se colocaron a sólo un juego de Seattle y San Luis que lideran el standing de la peor división de toda la NFL, con tres juegos fundamentales pendientes contra cada uno de sus compañeros de división.
Esto le permite a San Francisco respirar y aspirar todavía a un título divisional que los lleve a los playoffs por primera vez desde el 2002. Será?