Mancera…lo persiguen los fantasmas de la Narvarte

Así como los crímenes de Guerrero persiguen al presidente Enrique Peña Nieto aunque hayan sido cometidos a impulso de un alcalde del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la masacre de la colonia Narvarte empieza a convertirse en fantasma para Miguel Mancera.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) lo ha vivido en diferentes ocasiones y lo constató este domingo durante la ceremonia de reapertura de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, una ocasión supuestamente para la fiesta.

Debía ser de alegría porque acaba con la tortura para más de 450 mil usuarios diarios de Iztapalapa y el poniente de la ciudad tras los fraudes, asignaciones, costos y apresuramientos en la construcción por parte de Marcelo Ebrard Casaubón.

Un grupo de fotógrafos de diferentes medios se manifestaron con fotografías de las cinco personas asesinadas, en condiciones todavía con pasajes oscuros y con tufo de narcotráfico internacional, en un departamento de la colonia Narvarte.

Los comunicadores protestaron en solidaridad con su colega, Rubén Espinosa, uno de los muertos hace casi cuatro meses y a quien la revista Proceso primero desconoció y luego reivindicó como corresponsal suyo en Veracruz.

Entre los muertos se encuentra la activista Nadia Vera.

La información de la agencia de fotógrafos Cuarto Oscuro no menciona la reacción del jefe de Gobierno y de sus colaboradores, aunque en las imágenes difundidas Miguel Mancera aparenta ignorar el suceso, acaso porque los manifestantes le dieron la espalda para mostrarlos a la concurrencia.