La viuda de Jorge Luis Borges, María Kodama, presentó hoy en la Casa de Iberoamérica de Cádiz (sur de España) una exposición que, a través de ediciones, discos, fotos y objetos personales, recorre el universo del autor argentino, de cuya muerte se cumple este año el veinticinco aniversario.
La muestra llega a Cádiz tras pasar por otros lugares, como Madrid, coincidiendo con la Feria del Libro de la capital gaditana, que este año está dedicada al autor de «El Aleph» .
«Exposición Foto-Biblio-Hemerográfica y Documental» es el título de esta muestra itinerante
organizada por el Centro de Arte Moderno con motivo del ‘Año Borges’, que conmemora el veinticinco aniversario del fallecimiento del escritor argentino en Ginebra (Suiza) en 1986.
Junto a las primeras ediciones de todos sus libros, la exposición reúne fotografías de Borges tomadas desde principios de los años cincuenta hasta 1985, tanto por artistas, como la viuda de Juan Carlos Onetti, Dolly Onetti, o la argentina Sara Facio, como por gente de su círculo cercano.
Es el caso de una particular instantánea en la que Borges aparece con una máscara de lobo, y que fue tomada por el fotógrafo Claudio Fabián Pérez Míguez, comisario de la exposición junto a Raúl Manrique y que, tras conocer al escritor cuando tenía 15 años, frecuentó su amistad durante los
últimos cuatro años de su vida.
«La máscara se la regalaron en Estados Unidos en noviembre de 1983, le invitaron a una fiesta de Halloween y entró en ella diciendo en latín ‘el hombre es un lobo para el hombre'» , explicó el comisario de la exposición.
La muestra incluye también desde cuatro monedas emitidas por Argentina en su honor, a revistas literarias, postales, cartas, discos y cintas que grabó leyendo sus poemas, o libros de su biblioteca personal, obras de Paul Valerie o de Oscar Wilde, en los que se puede apreciar una manía que le acompañó hasta que perdió la vista.
«Él ponía su nombre en lápiz en todos sus libros y a su lado anotaba el año en el que se había juntado con ellos» , detalló Raúl Manrique.
A estas anécdotas se unen otras que permiten acercarse a las complejas relaciones de amistad que pueden unir a los escritores, como una edición de Las Palmeras Salvajes, de Faulkner, traducida por Borges y que perteneció a Juan Carlos Onetti -quien lo llenó de anotaciones y correcciones-, o la revista dirigida por Borges en la que vio la luz por primera vez el cuento «Casa tomada» , de Julio Cortázar, en 1953.
Documentales, entrevistas y conferencias forman parte también de esta exposición, que cuenta con pinturas originales de su hermana Norah que sirvieron para ilustrar alguna de sus obras.
Agencia El Universal