Conrad Murray, médico de Michael Jackson, estaba distraído al teléfono el día de la muerte del cantante.
Además de enviar mensajes de texto a una stripper, habló con otras dos mujeres aquel 25 de junio, indica el sitio web del periódico español El Mundo.
Diversos medios hicieron eco de las grabaciones de las llamadas telefónicas de Murray, quien enfrenta un juicio por homicidio involuntario del cantante.
Los abogados de Murray creen que se filtraron los detalles de las llamadas para demostrar que su cliente estaba muy ocupado y atendió mal al cantante, pues el día que falleció le suministró sedantes y luego Propofol, un fuerte anestésico.
El médico explicó que mandó un mensaje a Michelle Bella, bailarina de striptease, a las 8:30 de la mañana. Cerca del medio día habló con la camarera Sade Anding y pasado el mediodía se dio cuenta de que el «Rey del Pop» había dejado de respirar.
También se mencionó que recibió llamadas de otra mujer llamada Bridgette Morgan, una bailarina de Las Vegas
Agencia El Universal