Con la participación de la crítica de arte Teresa del Conde; el escritor y filósofo Federico Álvarez; el crítico de arte Luis Rius Caso y la coleccionista y curadora de la muestra Arte Transterrado Artistas plásticos del exilio español 1930-2014, Esther Echeverría, la víspera se llevó a cabo la mesa de diálogo en torno al tema que se aborda en la exposición inaugurada el pasado 16 de junio, misma que ya se puede consultar en el catálogo recién publicado.
En este contexto, Teresa del Conde expresó que todos los mexicanos presentes en ese espacio, así como los universitarios, somos adoradores de la República y se nos ha condensado la idea del exilio español y de la república nada más en una especie de situación maniquea, por un lado el fascismo, y por otro lado el comunismo, lo que ella considera “un error porque el exilio español está conformado por muchas modalidades. Una de ellas y no la más importante, es la pintura que estamos celebrando con motivo de esta exposición”.
Del Conde opina que se ha estudiado mucho al exilio español, pero no de manera exhaustiva, por lo que no se conoce un gran porcentaje de éste suceso histórico. Entre los creadores destacados de ese destierro, recordó a músicos como los hermanos Halfter y a Jesús y Rosa Garibay que auspiciaron a Remedios Varo a quien considera “una puerta de entrada para el surrealismo”.
Por su lado, el doctor Federico Álvarez, mencionó que después de Ramón Xirau, él con sus 87 años es el intelectual más viejo del exilio; “Ramón Xirau dice que no somos de la misma generación porque él tiene tres años más que yo, y lo mismo sucede con José de la Colina y algún otro con los terminará el exilio”. Expresó que ha conocido a casi todos los pintores representados por sus obras en Arte Transterrado. Artistas plásticos del exilio español 1930-2014.
“Soy tal vez, también, el que más ha convivido con la política del exilio. El que ha hecho una vida política más intensa, más cotidiana, de entre los que ya quedamos, y en esa vida política, esa larga convivencia -siendo todavía estudiante- fui fundador y vocal de la Unión de Intelectuales Españoles en el exilio y editor de los primeros cinco números del Boletín de esta asociación.” Señaló Álvarez. Esas actividades le hacían convivir grandes creadores españoles y mexicanos de la época.
El Doctor Álvarez asegura que en ciertos aspectos hubo un choque entre españoles y mexicanos, pero fue en realidad un encuentro de ideas y trabajo decidido y apoyado por la generosidad del general Lázaro Cárdenas y otras personas como Isidro Fabela.
Cuenta que en España había pintores que elaboraban paisajes y bodegones, y al llegar a México se encontraron con la magnífica escuela del Muralismo mexicano. “No valía la pena ni siquiera comparar a la pintura española con la mexicana, pero hay que recordar que la pintura mexicana, desde el principio, se impuso con su enorme calidad a la pintura española… hay que decir que los pintores españoles exiliados esperaban volver a España. Veníamos a México de paso, ya sabíamos que Hitler iba a ser derrotado, y con la derrota de Hitler, iba a caer Franco. Eso pensábamos los exiliados españoles y también lo pensaba Lázaro Cárdenas; y pasaron años, y años y años y no nos fuimos.”
Hubo autores españoles que hicieron una transición lenta hacia la pintura mexicana e incluyeron elementos como magueyes y burros. Algunos logaron pintar el paisaje mexicano con cierto estilo mexicano, “era pintura ya casi mexicana”. También hubo los que pintaron temas y paisajes mexicanos a la manera española comentó Federico Álvarez.
“Los exiliados casi desaparecimos, pero nos quedan los cuadros y los libros y debemos dar gracias a los que organizaron esta exposición. Concluyó Álvarez
Por su lado, el crítico de arte Luis Rius Caso destacó la pugna entre franquistas y republicanos en México y algunos asuntos que tienen que ver con la pintura del exilio. A partir del asesinado de José Gallosa -representante de Franco en México – se desató una guerra de prensa contra el exilio, en la que participaron los diarios Excélsior, El Universal y Novedades que estaban en contra del exilio y tenían como contrincantes a favor a El Nacional y El Popular. En este duelo los moneros representaban a través de sus caricaturas lo que se consideró el choque en la cultura del exilio.
Para conocer un poco más acerca de la experiencia del exilio, Rius Caso, recomendó la lectura de las novelas de Almudena Grandes y el título Los rojos de ultramar de Jordi Soler, donde cuenta la historia de su abuelo quien desde aquel 11 de enero de 1937 decidió tomar parte en una guerra que cambiaría su vida y la de su familia. Soler rescata del olvido colectivo la historia real de su familia y la de tantos españoles que, por haber perdido la Guerra Civil, tuvieron que abandonar su país para siempre; así como las novelas de Almudena Grandes.
Para concluir, Esther Echeverría señaló estar satisfecha con la experiencia que le representa este trabajo y mencionó que le hubiera gustado incluir otras obras mencionadas en esta mesa de diálogo, sin embargo muchas de ellas han sido devueltas a España para integrarse a museos que llevan los nombres de los artistas plásticos, por lo que invitó a visitar la exposición que estará abierta hasta el 24 de agosto y aprovechar que las piezas continúan en México para ser apreciadas.