Luego del paro respiratorio que le quitó la vida a Michael Jackson el 25 de junio de 2009, muchas han sido las historias que han salido a la luz pública acerca de la vida privada del rey del pop.
Michael era conocido en todo el mundo, además de por sus increíbles canciones, por sus múltiples excentricidades, pero al parecer esas eran solo la punta del iceberg, porque después se comenzaron a conocer cientos de detalles que dibujaron sus oscura vida privada.
Dos de sus guardaespaldas, -según nota de E! Online Latino- Bill Whitfield y Javon Beard, hablaron en su libro Remember the time: Protection of Michael Jackson, y detallaron una serie de secretos que sorprendieron aún más…
Aquí, cinco de ellos.
1- Sus “amigas” secretas:
Según declararon los guardaespaldas, Michael tenía dos amantes. Ambas vivían en Europa y volaban hasta Virginia, Estados Unidos, para visitarlo. Los nombres de ambas nunca fueron desvelados a nadie. “Nosotros éramos los únicos que sabíamos que existían. Nos dijo, simplemente, que se llamaban “Amiga” y “Flor“», destacan los autores al Daily Express.
2- Tenía manía persecutoria:
Jackson vivía con el temor constante de que estaba siendo vigilado y perseguido. Según cuentan, su obsesión era tan fuerte que ambos guardaespaldas tuvieron que secuestrar una limosina que habían alquilado hasta que la empresa les diese las cintas de las cámaras de vídeo que había en el interior y que, por seguridad, habían grabado uno de sus viajes.
3- No veía a nadie sin previa cita:
Todos, absolutamente todos tenían que apuntarse en su agenda. Era tan obsesivo con el tema que ni sus padres ni sus hermanos podían visitarlo sin previa cita.
4- Obsesión por los libros:
Su gusto por la lectura era tan grande, que una vez compró una librería entera en Las Vegas.
5- Apodos secretos:
Fue público y notorio que que Jackson le ponía a sus hijos máscaras de carnaval con el objetivo de que no se reconociesen sus caras en público. Sin embargo, los guardaespaldas también afirman que, cada vez que salían a la calle, les ponía extraños sobrenombres para que no usasen sus nombres verdaderos fuera de su casa.