Dos esculturas de barro con forma de caracol que tienen más de dos metros de altura, fragmentos de una escultura del dios Ehécatl, restos de cerámica, vidrio, madera y hasta fragmentos de loza moderna, son algunas piezas que se exhiben en las vitrinas dispuestas alrededor del Calmécac, estructura prehispánica resguardada en el sótano del nuevo edificio del Centro Cultural de España en México (Ccemx).
Con una museografía que evoca una cápsula del tiempo, el Museo de Sitio en el nuevo edificio del recinto cultural, ubicado en Donceles 97, muestra los vestigios hallados durante las excavaciones en ese predio, emprendidas con el fin de ampliar los espacios del Ccemx que desde 2002 ocupa el inmueble ubicado en la calle de Guatemala 18, en el Centro Histórico.
El espacio museístico, que contiene restos de la edificación en la cual se preparaba a los hijos de los nobles para ejercer el oficio de sacerdotes, tiene todo listo para ofrecer al visitante un viaje al pasado mexica, pero los trabajos de ampliación del edificio han retrasado su apertura.
“Esperamos abrir en menos de un año”, asegura Germán Rostan, coordinador del proyecto de ampliación del Centro Cultural de España en México, durante un recorrido que EL UNIVERSAL realizó para conocer los nuevos espacios que ofrecerá el nuevo edificio.
“El Museo de Sitio será una especie de cápsula del tiempo porque los objetos que se muestran cuentan parte de la historia de la ciudad”, dice Germán Rostan mientras explica el contenido de las vitrinas que exhiben desde vestigios prehispánicos y coloniales, hasta objetos del siglo XX.
Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, coordinados por Raúl Barrera del Programa de Arqueología Urbana del Templo Mayor, halló durante los dos años de excavación en el predio de la calle de Donceles vestigios de distintas épocas, pero el Museo de Sitio sólo exhibirá 20% de ellas.
Centro de aprendizaje
Ubicado en el primer sótano del nuevo edificio, el Museo de Sitio exhibe también una serie de imágenes que muestran el proceso de excavación arqueológica realizado alrededor del Calmécac, cuya construcción data de entre 1486 y 1502 d.C, y que funcionaba como escuela donde los hijos de los sacerdotes y gobernantes aprendían diversas artes.
Además, un video en 3D permitirá al visitante visualizar la corta distancia (100 metros) que dividía al Calmécac del Templo Mayor de Tenochtitlán.
Entre las piezas exhibidas, correspondientes a la época prehispánica destacan dos de las siete estructuras de barro en forma de caracol, conocidas como almenas, que fueron halladas en ese sitio. Un fragmento de una escultura del dios Ehécatl (divinidad del viento), diversos fragmentos de cerámica doméstica y ceremonial, figurillas antropomorfas, cuchillos, puntas de proyectil son las piezas que complementan la etapa prehispánica.
Respecto a la época colonial se muestran restos de cerámica de uso doméstico, cerámica pulida, vidriada y mayólica, fragmentos de figurillas religiosas, porcelana china, japonesa y hasta loza fina blanca europea.
De la etapa final, correspondiente a los últimos 200 años e identificada como época contemporánea, las vitrinas muestran fragmentos de cerámica moderna, vidrio, plástico, además de fragmentos de loza moderna como platos y tazas del siglo XX.
Relato de hallazgos
La variedad de piezas que este nuevo museo mostrará es producto de una selección de los vestigios que de entre 2007 y 2009 el equipo de trabajo del arqueólogo Raúl Barrera localizó en esa área que formaba parte del recinto ceremonial de Tenochtitlán.
Entre otras piezas, se encontraron las esculturas de Mictlantecuhtli, identificado como el señor de los muertos, y de Xiuh-tecuhtli, la deidad solar, además de elementos de construcción que datan de la época de la Colonia y de mediados del siglo pasado.
Un hallazgo importante fue la localización de siete esculturas de más de dos metros de altura, elaboradas en barro y con forma de caracol seccionado. De estas piezas, que se supone formaban parte de la decoración superior del Calmécac y que fueron halladas al pie de una escalinata, dos flanquean la entrada al Museo de Sitio, las otras se exhiben en el Museo del Templo Mayor.
Este proyecto de ampliación que cuenta con el apoyo del INAH, Gobierno del Distrito Federal y del Gobierno de España, implicó, según Rostan, un complicado trabajo de excavación, pues la prioridad era conservar los vestigios. A pico y pala se logró excavar una superficie de 714 metros cuadrados, con una profundidad promedio de 8.50 metros, de donde se removieron varios metros cúbicos de tierra y lodo.
Un inmueble con historia
En los niveles superiores, construidos sobre el Museo de Sitio, se ultiman detalles de las diversas áreas que ofrecerá el nuevo edificio del Centro Cultural España, cuya construcción inició en julio de 2007, cuando José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español y Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, colocaron la primera piedra.
En la planta baja, a espaldas del edificio de Guatemala 18, se ubica el auditorio llamado Foro X, cuya entrada principal será por la calle de Donceles, a un lado del Real Colegio de Cristo, ahora convertido en el Museo de la Caricatura. Entre la estructura de este auditorio, donde se espera proyectar todo tipo de espectáculos, desde puestas en escena hasta conciertos, y el Museo de la Caricatura, se extiende un pasillo que unirá a las calles de Guatemala y Donceles. Con este pasaje, dice Germán Rostan, se busca emular al Pasaje Zócalo-Catedral, además de que así el Centro Cultural España quedará convertido en un pasaje cultural porque permitirá a los transeuntes conocer la oferta cultural del recinto.
Subiendo por las escaleras o por el elevador, a la altura de la terraza del antiguo edificio, se llega a una galería de arte que, gracias a su amplitud, podrá albergar grandes exposiciones.
En el siguiente piso se ubican tres aulas que serán destinadas a las actividades educativas como talleres, cursos o seminarios, que el recinto ofrece desde que abrió sus puertas en 2002. En la última planta se encuentra una sala de cine, desde donde el visitante podrá tener una vista panorámica sobre el primer cuadro del Centro Histórico.
España en el Centro
La historia del Centro Cultural España en México se remonta a 1997, cuando el Gobierno del Distrito Federal otorgó en comodato a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) el inmueble histórico, ubicado en Guatemala 18.
Desde entonces, según explica Germán Rostan, se buscó transformarlo y dotarle de nueva funcionalidad, pero siempre conservando los detalles arquitectónicos del inmueble, que posee una de las mejores fachadas del barroco popular mexicano.
Con los procesos de rehabilitación del antiguo inmueble, y ahora con su ampliación hacia la calle de Donceles, el Centro Cultural España en México quedará convertido en un pasaje cultural y en una caja de tiempo que mostrará varios siglos de historia de ese predio, que, según los historiadores, perteneció a Hernán Cortés, quien después lo donó a uno de sus mayordomos.
Agencia El Universal