Moreno Valle impone su liderazgo ante la división panista

• Moreno Valle impone su liderazgo ante la división panista

• Cordero se anula, Ruffo no atina, Larios se suma a Anaya…

• Herrera seguirá de coordinador y garantiza la candidatura

Un dato pasó desapercibido:

José Rosas Aispuro tenía la mayoría de los 38 senadores del Partido Acción Nacional (PAN) para presidir los trabajos del Senado de la República durante un año.

Lo pulsó Ricardo Anaya, flamante dirigente azul.

Sin embargo, para sorpresa de propios y opositores, el llamado joven maravilla panista optó por Roberto Gil Zuarth, ex secretario particular del ex presidente Felipe Calderón.

Hubo un factor clave en esa decisión: Rafael Moreno Valle.

El gobernador de Puebla ha fortalecido sus alianzas con todos los grupos internos del PAN y ha incrementado su influencia en los mandos panistas tanto con tanto con Gustavo Madero como con Anaya.

Su opinión sobre la capacidad de conducción parlamentaria de Gil Zuarth –buena imagen en la bancada, negociación con las otras fuerzas políticas, habilidad legislativa- fue decisiva.

Anaya operó el resto.

No deja desamparado a Rosas Aispuro, único aspirante de peso a candidato a gobernador de Durango, quien desde la vicepresidencia senatorial tiene foro para su proyección.

Y de paso, mina más el decadente poder de Ernesto Cordero al grado de ya no representar ni al calderonismo –Margarita Zavala de Calderón ya está en la estructura panista- ni tener un grupo interno fuerte.

LA FRAGMENTACION SENATORIAL AZUL

La clave de todo es la desunión de los 38 senadores.

Sin sus divisiones internas, Ricardo Anaya no hubiese podido operar con tanta facilidad la designación de Roberto Gil Zuarth aunque los estatutos del PAN le otorguen esa facultad única y exclusiva.

¿Qué sucede?

La polarización azul ha llevado a una fragmentación sin precedentes en un partido cuyo signo fue, desde su creación hasta su circunstancia actual, la actuación en bloque en ambas cámaras del Poder Legislativo.

El liderazgo de 2012 de Ernesto Cordero se ha minado hasta representarse sólo a sí mismo.

Enfrente está Javier Corral, el chihuahuense cuya rebelión de las bases –así le llamó- quedó en un avasallamiento de Anaya y no comulga ni con Cordero aunque éste le haya manifestado su apoyo cuando la derrota era inminente.

Lo mismo puede decirse de los demás:

Ernesto Ruffo carece de la capacidad de negociación suficiente para ofrecerse como guía moral a partir de haber sido el primer panista en alcanzar una gubernatura, la de Baja California.

Jorge Luis Preciado no recuperó el poder tras su regreso de Colima.

Héctor Larios, de buena imagen e inmejorable desempeño como juez de la elección interna del PAN, tiene la desgracia de ser respaldado por Cordero, jurado enemigo de Rafael Moreno Valle.

Y así…

En ese desorden apareció el golpe de mando de Ricardo Anaya y del resto, hacia dentro del Senado y hacia la sociedad, deberá encargarse Roberto Gil Zuarth.

Y nadie debe subestimarlo: capacidad y habilidad tiene el ex calderonista y ex corderista.

HERRERA SEGUIRÁ EL RESTO DEL AÑO

1.- En la división de la bancada senatorial panista, Fernando Herrera va en caballo de hacienda.

Seguirá como coordinador del grupo el tiempo suficiente para asegurar su candidatura a gobernador de Aguascalientes, cuya postulación será entre noviembre y diciembre próximo.

Tal vez para entonces haya orden en el peor PAN de muchas legislaturas.

2.- La vigilancia en el Metro para no permitir a vendedores ambulantes –más conocidos como vagoneros- ha traído un fruto adicional: la detención de potenciales delincuentes.

El registro de ese organismo a cargo de Jorge Gaviño daba hasta ayer a cuatro personas consignadas por portar armas de fuego al interior de ese sistema de transporte colectivo.

Como consecuencia, en días debe confirmarse otro dato: la disminución de asaltos al interior de trenes en perjuicio de cinco millones de pasajeros.

Y 3.- ayer, durante una reunión organizada por la Cruzada Nacional contra el Hambre, se dio un dato: San Luis Potosí redujo en 25 por ciento la pobreza extrema.

Los reportes de Sedesol y el gobernador Fernando Toranzo hablan de 84 mil 500 personas menos en condiciones de precariedad mayúscula.