¡Mátame cual toro pelao!

Mientras el Super Bowl corría su curso, el mismo sentimiento de hastío que me invade todos los domingos volvía a propagarse por mi cuerpo (sin importar que el lunes fuera feriado). Cuando de repente, alcanzo a divisar una fotografía de cientos de cuerpos tirados en frente del Palacio de Bellas Artes, cuerpos sangrantes, semidesnudos. Inmediatamente llegaron dos hipótesis a mi cabeza:

1. Nos cargó la payasa y se llenaron las narco fosas de todo el país; así que los tres niveles de gobierno y los cárteles llegaron a un exitoso pacto en el que acordaron usar la explanada de Bellas Artes como fosa común en lo que le piden permiso a Slim para pasarlos a Zócalo (con eso de que tres cuartos del país son suyos).

2. Un puñado de ciudadanos se caracterizaron cual ejecutados y se tiraron afuera del histórico Palacio para decirle a todo México que ya basta de esta guerra infame y carente de sentido, basta de nuestra clase política, partidos políticos, gobierno, todos coludidos en la misma mierda, en el mismo surrealismo, en la misma pasividad, la misma indiferencia.

Sin embargo la realidad sobrepasó cualquier teoría que pudiera elaborar, ya que mi pequeño cerebro cerrado y conservador olvida que somos una sociedad de avanzada y progresista, a tal grado que no pude deducir que tal manifestación se debía a que:
“Más de trescientos activistas semidesnudos, «banderilleados y ensangrentados» protestaron en México contra las corridas de toros, un día después de que la Plaza Monumental de la ciudad conmemoró sus 65 años de existencia, declararon representantes de la ONG Anima Naturalis”

¡Y vaya que tienen razón! Pobrecitos toros, destinados a venir a un mundo en el que van a sufrir y ser ejecutados cual migrante en Tamaulipas. Un mundo que no les da ninguna seguridad mas que morir en una Plaza, en frente de individuos mezquinos y despiadados que disfrutan viendo su dolor y desdicha, seres que no se ponen a pensar qué sentirían si en ese ruedo estuvieran ellos siendo perseguidos por un matador (no un sicario) que es alabado con aplausos y flores mientras más “maestría” empleé en ejecutarlo.

Tal vez es hora de admitir que estamos en las mismas condiciones que los toros, tal vez no nos queda más que ver a la muerte a los ojos y pasar sin miedo, tal vez deba tomarme una chela con mis cuates y dejar estas pinches intensidades en manos de Calderón. Sí, eso voy hacer, ya no leeré más noticias perturbadoras, ni datos que asoman la cruda realidad que nos asecha, pretenderé, como la mayoría de los que me rodean que todo está a toda madre, leeré más Tv notas y menos Proceso y Blog del Narco, fornicaré más y estudiaré menos, me afiliaré al partido que saque al candidato más guapo e iré a gritar a los mítines, a acarrear gente, a regalar tamales con quinientón incluido, seré un buen estudiante de Ciencia Política en el México de hoy, dejaré de escribir…

…O tal vez no. Nos vemos el jueves,..