El año pasado estuvo en Oaxaca, Norma Bazúa. Tuvimos el honor de recibirla en el Seminario de Cultura de México, Corresponsalía Oaxaca. Compartimos con ella un breve Taller de poesía. En esa ocasión nos referimos a su obra poética, en el seno del grupo de 40 poetas independientes. La poeta nació en Sinaloa en 1928; ahora, a sus 82 años cumplidos, ha muerto. Este lunes será despedida y entregada a la madre Tierra. Después de Jaime Labastida, su paisano, ella ha sido considerada como la segunda en importancia, entre los poetas de aquel terruño. A su edad, la conocimos como una persona llena de vitalidad y de fuerza de vivir.
Ella formó parte del grupo de poetas que se unieron para compartir y publicar, “40 Barcos de Guerra”, Antología de Poesía que, “fue realizada de manera autogestiva. La dirección estuvo a cargo de los 42 editores que levantaron el puño para sumar lo necesario y producir este libro de velas altas”. La edición se hizo en el marco del homenaje nacional al poeta y filósofo Enrique González Rojo Arthur, al cumplir sus 80 años de vida. En el “Exordio” de la singular obra, el propio homenajeado manifiesta el sentir de sus compañeros: “…la historia de la poesía mexicana es la historia de las mafias o grupos elitistas, que aglutinan a unos cuantos – por la aceptación colectiva de determinados valores, pero también por los criterios del amiguismo, la conveniencia, los prejuicios ante lo distinto…y excluyen, ignoran y ningunean a los demás”.
Escuche, por favor, el eco de la voz de Norma Bazúa: “Del mar tuve también entonces algo más. Del mar decir mar/ sólo tuve salinera inconstante que no guardó mis pasos./ Vivir a ratos en la domesticidad entre mujeres solas/ no generaba muchas huellas que registrar./ En el archivo de mi padre el rey el padre del arca el patriarca/ todo estaba contado acotado/ esa otra sal no era necesaria./ pero del mar tuve entonces algo más/ la sangre detuvo de golpe al tiempo/ la mudez se apoderó de todos mis mensajes/ no tenía codos manos ojos pies con qué hablar/ -mi hermano menor jugaba a la orilla del mar/ jugaba irreverente con el mar/ una de sus culebras verdes lo arrastró sin misericordia/ su cabeza sol pequeño brillante rubio/ desapareció entre las aguas – / grité grité grité Grité empavorecida/ sin remedio para mi conciliación con el mar/ un hombre que estaba en una barca lo pescó del cabello tan fácilmente como a un pez muerto/
Norma Bazúa, nacida en Los Mochis, vino a Oaxaca y nos conquistó al instante. Los seminaristas oaxaqueños que la vimos y escuchamos, quedamos prendados de ella, a Doctora en Letras Hispánicas, por la UNAM. Vino a la edad en la que los buenos lectores ya han escrito su mejor poema, el poema de toda una vida. Estamos tristes porque se ha ido. Estamos felices por lo que nos dejó: Su voz, su valentía, su amor por la humanidad, su “Palabrario”, su ejemplo de rebeldía a favor de la mujer, su libertad…La conocimos muy poco, pero fue en vida, en vivo. Compartimos unas horas bellas, profundas, con la poeta, al acompañarla en su Taller de poesía para los miembros del Seminario de Cultura, Corresponsalía Oaxaca. Buscaremos más de tu obra, Norma Bazúa. El mejor homenaje para ti, será leerte.