El hambre y la desnutrición infantil se han duplicado como resultado de la crisis económica, y sin embargo la política social sigue empeñada en los mismos programas que no dan resultados, sostuvo el senador Manlio Fabio Beltrones. No cabe la indiferencia, tenemos que ponernos de acuerdo para garantizar los derechos sociales de la niñez como son la alimentación y la seguridad social.
¿Quién puede sostener que la crisis económica se ha superado cuando una cuarta parte de los niños comen menos que antes y se ha incrementado la desnutrición, la obesidad y la mortalidad infantil? ¿Cómo es posible que otros países latinoamericanos hayan logrado cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza extrema y el hambre antes de 2015; y México parece que no puede?, cuestionó el senador Beltrones en una reunión con integrantes de la Liga de Economistas Revolucionarios.
La política social no debe seguir subsidiando el hambre sino dar salidas a la pobreza. Por ello, sí se requieren más recursos y mejores programas para invertir en el acceso a la alimentación y la salud de nuestra niñez. En forma paralela, es indispensable recuperar nuestra capacidad de producir los alimentos que consumimos y lograr la seguridad alimentaria.
El hambre infantil es un doloroso agravio para México en este año de conmemoraciones históricas. Esta es una razón fundamental para ponernos de acuerdo en qué hacer para crecer y aprobar las reformas económicas, en materia de competencia y órganos reguladores, que son necesarias para romper el círculo de bajo crecimiento, pobreza y desigualdad, concluyó el senador Beltrones.