Cuautla.- El Presidente Felipe Calderón afirmó que no se debe ver a los adversarios como titanes invencibles y señaló a veces se ha caído en el fatalismo de creer que la victoria es imposible, pero mientras quede un hombre de pie una guerra no está perdida.
Y encomió: «nunca hay que rendirse. Nunca hay que ceder un palmo de terreno al adversario. Nunca abonarle el camino al enemigo. Menos por debilidad, por miedo o por inseguridad en nosotros mismos».
El mandatario encabezó la ceremonia del asalto y sitio de Cuautla en el que José María Morelos y Pavón fueron sitiados durante 72 días por las fuerzas leales, al final se alzaron con una victoria.
«La lección de los héroes de Cuautla es clara: no hay enemigo demasiado poderoso ni problema insuperable cuando se pone por delante la voluntad, el valor y la patria», dijo.
«Cuántas veces a lo largo de la historia los mexicanos hemos visto cundir el desánimo, el derrotismo y la apatía. Cuántas veces vemos en los adversarios a titanes invencibles.
Cuántas veces hemos caído en el fatalismo de creer que la victoria es imposible, pero siempre, siempre habrá en nuestra tierra mujeres y hombres decididos, valientes, patriotas y con principios que defiendan los más altos ideales de la patria, como lo hicieron aquellos héroes de Cuautla».
El mandatario abundó: «las mujeres y los hombres libres y patriotas son legión en nuestro país. Como bien dijo don Andrés Henestrosa: en ocasiones cuando todo parece perdido, un hombre queda de pie, la bandera en el puño y el himno en los labios. Y mientras quede un sólo soldado de pie la guerra no está perdida».
Calderón señaló que «más de una vez ha ocurrido convertir la derrota en triunfo y en dicha la desdicha».
El Presidente señaló que el sitio de Cuautla debe servir como ejemplo a las generaciones de hoy y de mañana como un ejemplo «para nunca, nunca darnos por vencidos ante ninguna adversidad y ante ningún enemigo».
Pidió tomar como inspiración esta gesta heroica ocurrida hoy hace 200 años para «más grandes hazañas por el bien de los mexicanos».
Felipe Calderón insistió en que este hecho histórico debe recordar que «un puñado de hombres puede derrotar a enemigos poderosos si son movidos por ideales más justos y sublimes».
Y encomió: «nunca hay que rendirse. Nunca hay que ceder un palmo de terreno al adversario. Nunca abonarle el camino al enemigo. Menos por debilidad, por miedo o por inseguridad en nosotros mismos».
Agregó que México se ha forjado al calor de la batalla, retos y adversidades.
Volvió a recordar que «a lo largo de la historia se ha pensado infinitas veces que no hay salida, que no saldríamos adelante, que el problema que enfrentamos es superior a nosotros y, sin embargo, lo hemos enfrentado, lo hemos superado y siempre hemos salido adelante como nación».
Dijo que «siempre que hubo alguien que se paralizó ante la adversidad hubo otro que acometió la adversidad con denuedo».
E hizo mención a la crisis económica mundial que se enfrentó, lo mismo que la influenza, incendios y sequías en el país y se ha salido avante.
Agencia El Universal