Nadya Suleman se declaró en quiebra, diciendo en una presentación judicial que tiene hasta $ 1 millón de dólares en deudas.
Suleman, apodada por los medios de Octomom, quiere empezar de nuevo y dijo en un comunicado que la declaración de quiebra es lo mejor para sus hijos, de acuerdo con el Orange County Register.
«He tenido que tomar algunas decisiones muy difíciles este año, y en la petición de bancarrota era uno de ellos», dijo Suleman.
Ella le dijo a HLN, «no creo que pueda llegar mas lejos, más profundo que el fondo de la roca en donde nos encontramos en este momento.»
La madre de 14 infantes informo la pertenencia de hasta 50.000 dólares en activos por medio de documentos en la corte federal, lo que significa que le debe más de 20 veces su patrimonio neto.
Entre otros, Suleman le debe dinero a su padre, el departamento de agua de la ciudad, DirecTV, Sylvan Learning Center y Whittier Christian School, donde por lo menos algunos de sus hijos son estudiantes.
Suleman también le debe más de $ 30.000 dólares en pagos de alquiler de su casa de cuatro dormitorios.
Suleman se encontraba en una situación financiera terrible antes de enero de 2009 en donde el nacimiento de sus octillizos atrajo a su notoriedad.
Vivía con su madre en una casa de tres dormitorios en Whittier que estaba en proceso de ejecución hipotecaria en el momento de nacimiento de los octillizos.
La madre soltera desempleada había estado apoyando a sus otros seis hijos con la ayuda de cupones de alimentos y pagos por discapacidad del Seguro Social – fuentes de ingresos en los cuales se sigue apoyando.
Desde el nacimiento, ha hecho tratos con los medios de comunicación y ha posado en fotos sensacionalistas para salir del paso, haciendo alarde de un libro y videos de ejercicios que nunca se materializó.
En 2009, Suleman rechazado una oferta de un millón de dólares para aparecer en la pornografía. El mes pasado, fotos semi-desnudas de Suleman corría a lo largo de una entrevista pagada en una publicación británica – un reportaje que ella defendió en la prensa amarilla, diciendo que no se avergonzaba de ella.
