ONU…2015 se resume en dos palabras progreso y horror

Al recordar el 2015, el Secretario General de la ONU lo resumió en su conferencia de prensa de fin de año en dos palabras: “progreso y horror”.

En el lado positivo, en su 70 aniversario la ONU tomó importantes pasos para labrar un mejor futuro para la humanidad y el planeta, adoptando en septiembre la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y sus 17 objetivos para acabar con la pobreza y construir sociedades pacíficas.

A continuación, en diciembre, los líderes mundiales adoptaron el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que después de años de negociaciones, superó las expectativas, según Ban Ki-moon.

Otro hito de este año fue la Agenda de Acción que se alcanzó en julio en Addis Abeba, un plan para generar inversiones que impulsen esa agenda de desarrollo sostenible que regirá los próximos 15 años. En marzo, los países firmaron el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, con el fin de proteger al mundo de los desastres naturales que han estado ocurriendo con una frecuencia cada vez mayor.

Sin embargo, el año 2015 también estuvo marcado por el sufrimiento humano a niveles sin precedentes en una generación. Los conflictos incesantes en muchas partes del mundo forzaron a millones de personas a huir de sus hogares. Por primera vez, las cifras globales de desplazados superaron los 60 millones.

Al mismo tiempo, tormentas, sequías y terremotos amenazaron la supervivencia de las personas en todo el mundo. La ONU y sus aliados hicieron el mayor llamamiento de su historia para recaudar fondos para asistir a más de 87,6 millones de necesitados en 37 países, la mayoría de ellos en conflicto.

El año también fue testigo de la proliferación de bombardeos, tiroteos y otras atrocidades cometidas en nombre del extremismo religioso. Durante un debate en el Consejo de Seguridad sobre la prevención de los conflicto, Ban resaltó que la lucha contra el terrorismo debe abordar las causas de raíz como la mala gobernanza, la injusticia y la exclusión.

Durante una reunión de la Asamblea General de la ONU sobre la crisis de refugiados que se celebró después de los ataques terroristas en Beirut y París, altos funcionarios de la ONU instaron a los países a no cerrar sus puertas a los refugiados en nombre de la seguridad.