Dos semanas después de que el ciclón Pam arrasara Vanuatu, la coordinadora de asistencia humanitaria de la ONU para el archipiélago, Osnat Lubrani, recorrió algunas de las provincias más afectadas e hizo un llamamiento a aumentar los esfuerzos de ayuda dado el peligro de una “emergencia secundaria”.
Dos semanas después de que el ciclón Pam arrasara Vanuatu, la coordinadora de asistencia humanitaria de la ONU para el archipiélago, Osnat Lubrani, recorrió algunas de las provincias más afectadas e hizo un llamamiento a aumentar los esfuerzos de ayuda dado el peligro de una “emergencia secundaria”.
“Es desconsolador ver la extraordinaria escala de la devastación”, dijo Lubrani desde la isla de Tafea.
El 13 de marzo, el ciclón Pam, azotó las islas, llevándose por delante viviendas e infraestructura pública, destruyendo la red eléctrica y las cosechas en las zonas rurales. Hasta ahora, la asistencia ha llegado a las 22 islas del país afectadas por el desastre, a pesar de los grandes obstáculos logísticos, debido a lo esparcidas que están geográficamente.
“Si bien ya podemos ver el impacto positivo de la operación de emergencia dirigida por el gobierno, aún debemos incrementar nuestros esfuerzos para asegurarnos de que todas las islas tienen comida, agua, refugio y servicios médicos”, aseguró Lubrani. “La emergencia aún no ha terminado”.
Lubrani advirtió que Vanuatu podría enfrentarse a una emergencia secundaria. El ciclón destruyó más de 90% de las cosechas, dejando a una población que depende en gran medida de la agricultura de subsistencia sin una fuente de ingresos y ante el riesgo de sufrir una inseguridad alimentaria a largo plazo.
“Seguiremos apoyando al pueblo de Vanuatu y pido a la comunidad internacional que respalde nuestro trabajo sobre el terreno”, señaló la coordinadora.
Naciones Unidas y sus socios han empezado a distribuir semillas para asegurar su seguridad alimentaria a largo plazo y también asistirá al gobierno a la hora de restaurar la infraestructura de la comunidad y resucitar las actividades económicas. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) calcula que son necesarios US$29,9 millones para cubrir las necesidades de tres meses de las 166.000 personas que se vieron afectadas por el ciclón Pam.
Hasta ahora, se han comprometido US$6,4 millones desde el llamamiento de emergencia emitido el 24 de marzo, pero es urgente recaudar más fondos.