Un nuevo informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-SIDA (ONUSIDA) reveló hoy que después de varios años de reducción de las nuevas infecciones, en algunas áreas esa tendencia se ha estancado e incluso se ha revertido.
El informe “Lagunas en la Prevención” muestra que desde 2001 ha habido una reducción de más del 70% de nuevos casos de VIH entre los niños; sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con la población adulta.
Con respecto al pico registrado en 1997, las nuevas infecciones entre adultos se redujeron en un 40%, con alrededor de 1,9 millones de infecciones anuales durante el último lustro.
El 57% de esos casos se reportaron en Europa Oriental y Asia Central.
El número de VIH en el Caribe también aumentó un 9% en los adultos. América Latina registró el crecimiento más bajo, con un 2%.
El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, dijo que la agencia está sonando la alarma de que no se está dando su justo valor a la prevención. Para él, si se produce un resurgimiento de nuevas infecciones, la epidemia será imposible de controlar.
Desde la aparición del VIH a mediados de la década de 1980, 35 millones de personas han muerto por el SIDA o enfermedades relacionadas. En la actualidad se estima que 36,7 millones viven con el VIH, de ellos 35 millones son adultos.
También señala que en Latinoamérica, Brasil y México, los países con las mayores poblaciones, albergan el mayor número de seropositivos, particularmente entre hombres que tienen sexo con hombres.
Los colectivos de homosexuales, trabajadores sexuales y sus clientes, personas transgénero, drogadictos que usan inyectables y prisioneros, representaron el 35% de las nuevas infecciones en adultos desde 2010.
Sidibé sostuvo que la epidemia se puede mover rápidamente de esos grupos a la población en general si no se detiene con medidas apropiadas que combinen la prevención y el tratamiento.