
Los panteones de la capital oaxaqueña comienzan a llenarse de olor, música y color con la llegada de cientos de personas que acuden desde hoy a visitar a sus seres queridos que se adelantaron en el camino de la vida.
Postraos aquí la eternidad empieza y es polvo aquí la mundanal grandeza, reza la frase inscrita en la puerta principal del camposanto que a este Día de Muertos abrió desde temprano sus puertas para recibir a los dolientes.
El camposanto que alberga a más de mil 500 tumbas es invadido por el olor a cempasúchil y cresta de gallo, las lápidas de las tumbas presumen sus ofrendas de muertos, veladoras encendidas a su alrededor. “Sirven de guía para las almas”.
Aun cuando hoy llegan las animas de aquellos que dejaron este mundo material para ingresar a uno de tipo espiritual, muchas fueron las familias que convirtieron desde la madrugada los principales panteones en una verdadera romería.
Es el panteón General o San Miguel el que recibe el mayor número de familias.
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