
¡Qué decepción escuchar sin elocuencia por igual, en estricto sentido, al dinosaurio «globalifóbico», promotor del populismo socialista que utiliza a los pobres para tomar por asalto el poder; que a los tecnócratas “globalifílicos”, seguidores del capitalismo salvaje del neoliberalismo!
El candidato de la coalición Todos por México, integrada por el PRI, Partido Verde Ecologista de México y Partido Nueva Alianza, Pepe Meade todavía tiene posibilidades de repuntar, crecer y consolidarse como candidato presidencial triunfador en la jornada electoral del próximo 1 de julio.
Sin embargo, la condición indispensable para conseguirlo es, siempre y cuando cambie de actitud personal, y abandone su carácter flemático, frío y calculador, de eficaz y eficiente tecnócrata, a una conducta más cálida y sonriente que genere empatía con el pueblo elector.
No menos imperioso es que haga cambios urgentes en la dirigencia del PRI y haga cambios en las candidaturas plurinominales para remover a los hombres del Presidente que bien pueden acompañarle en el gabinete y abra éstas a otras corrientes y grupos políticos priistas.
Hacer estos cambios urgentes contribuirá de manera determinante a sumar y multiplicar votos, y
a evitar que continúe el éxodo de destacados priistas hacia otros partidos dedicados a cachar a los inconformes que han sido desplazados y a los que han matado sus anhelos futuros.
Con visión y sensibilidad, Pepe Meade está obligado a recomponer la correlación de fuerzas que hasta ahora le son adversas dentro y fuera del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a efecto que aun siendo candidato externo o ciudadano lo hagan suyo y él haga suyos a los priistas.
Independientemente de ello, por supervivencia política es indispensable que tome distancia de los graves errores del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, sobre todo, en materia de innegable e inocultable corrupción, porque ésta es verdaderamente escandalosa, e inseguridad.
Y la mejor manera de hacerlo es exigiendo absoluto respeto al Estado de Derecho y a las leyes que de éste emanen sin olvidar que una de las principales características de la ley, es su aplicación general, a fin que cada quien asuma su responsabilidad social e histórica.
Por el simple hecho de ser candidato presidencial del PRI, Pepe Meade, no debe ser culpado de los yerros o corruptelas del presidente Enrique Peña Nieto y de los integrantes de su gabinete legal y ampliado. No se vale endosarle las facturas que no son del todo suyas.
Con inteligencia, dignidad y humildad, Pepe Meade está obligado a pedir perdón por lo que no se ha hecho desde el poder en beneficio del pueblo de México en un “mea culpa” que en el imaginario popular ya no es simplemente una confesión de pecados, sino también una admisión de su naturaleza dañina y la buena voluntad de hacer una compensación por ella.
La energía positiva de un acto de contrición público generaría, a querer o no, guste o no, una sinergia que representaría una especie de catarsis en el pueblo, especialmente, entre los 60 millones de pobres a los que les ha arrebatado la esperanza de cambio.
El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, fue tajante al señalar que el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade Kuribreña, fue el claro ganador del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, pues fue Pepe Meade quien con argumentos contundentes planteó un escenario real para seguir desarrollando a México.
Jorge González Ilescas añadió que en materia de seguridad pública, José Antonio Meade fue el único en ofrecer una propuesta clara para ‘pegarle’ a la delincuencia donde más le duele, como es incautar el dinero y los bienes al crimen organizado, al contrario del candidato Andrés Manuel López Obrador, quien insiste en locuras como otorgar amnistía a quienes lastiman a las familias mexicanas.
Abundó que para tener un México próspero y en paz, el candidato de la coalición integrada por el PRI, PVEM y Nueva Alianza, propone homologar leyes e instituciones para que exista un mismo criterio para castigar los delitos a través de un Código Penal Único.
“Sin duda, el perdedor absoluto del primer debate es López Obrador, pues además de carecer de propuestas es soberbio e intolerante, le sigue mintiendo al pueblo de México, no tiene claridad del país y con seguridad perderá la elección por tercera vez”, auguró.
El líder del PRI Oaxaca añadió que durante el debate el candidato de la coalición Morena-PT-PES no se cansó de decir evasivas y mentiras, entre ellas el valor de la honestidad y donde una vez más mintió, ya que “muchos de quienes lo acompañan como sus candidatos son verdaderos delincuentes señalados por la población y la misma autoridad”, recordó.
González Ilescas discrepó sobre las ocurrencias de López Obrador, pues aclaró que la delincuencia organizada no carece de dinero, siendo uno de los ejes que Meade Kuribreña atacará desde el primer minuto de su gobierno.
¿Dónde, cuándo, cómo y por qué, se dio el punto de quiebre del abandono del arte de la elocuencia en la oratoria política? ¡No hay propuestas de solución realistas a los graves problemas de México, con visión de estadista, que piensa en las próximas generaciones!
¡Tampoco hay manejo de las emociones en los mensajes de los discursos! Unos y otros expresan simples palabras huecas, sin esencia ni sustancia. ¡Se acabaron las convicciones derivadas de principios ideológicos, así como la militancia y, sobre todo, la vocación de servicio!
La falta de elocuencia y en algunos casos, incluso, de coherencia, ya no digamos de congruencia, de los cinco candidatos presidenciales participantes en el debate, no es más que reflejo de su pobreza educativa y cultural; que de ninguna manera es igual a nivel de escolaridad.
A pesar que el conocimiento heredado por Grecia y Roma es la cuna de la civilización cristiana occidental, los Estados nación de Hispanoamérica han permitido que se dinamiten sus planes y programas de estudio basados en el modelo clásico humanístico.
Como consecuencia de la aceptación de la imposición del modelo anglosajón, se abandonó el Trivium y el Quadrivium, es decir, el estudio de las “Siete Artes Liberales”, que utilizaban las palabra “arte” del griego “areté” que significa “virtud” y “liberal” porque su objetivo fundamental era el de formar “hombres libres” de pensamiento y acción.
La libertad se obtenía por medio del conocimiento y el desarrollo de las habilidades intelectuales; en oposición a las “artes serviles” o “artes menores” que eran las que proporcionaban al hombre la pericia para desempeñar oficios y realizar trabajos manuales.
El Trivium -tri-vium- significa tres vías o caminos y contenía las artes de la “elocuencia”: Gramática, Retórica y Dialéctica, lo que hoy podríamos considerar las humanidades.
La elocuencia no es otra cosa que la fuerza expresiva en el manejo de las ideas para convencer o persuadir que tienen por sí mismas las palabras, los gestos, los ademanes, las imágenes o cualquier elemento capaz de dar a entender algo.
La Gramática estudiaba el uso adecuado de la lengua, el cómo hablar y escribir correctamente.
La Dialéctica es la ciencia del pensamiento correcto, se encargaba del razonamiento y de la búsqueda de la verdad. La Retórica era la expresión del lenguaje en su más bella manifestación, por tanto, está muy relacionada con la Literatura.
Las disciplinas del Trivium equipaban al estudiante con las herramientas intelectuales para poder aprender por sí mismo, por eso se impartían antes que el Quadrivium.
El Quadrivium representa las cuatro vías o caminos y agrupaba las ciencias relacionadas con los números y el espacio: Aritmética, Geometría, Astronomía y Música. La Aritmética es el estudio de los números. La Geometría, es el estudio del espacio.
La Astronomía, el estudio de los astros o el espacio en movimiento y la Música, el estudio de los cantos y de las matemáticas en movimiento. Con el Trivium, se trataba de adquirir los aprendizajes generales, y destrezas intelectuales para enseñarlos a pensar, para desarrollarles el criterio propio y prepararlos para el autoaprendizaje.
Posteriormente, se adquirían las disciplinas científicas, Quadrivium, que proporcionaba los elementos para conocer y dominar el mundo exterior. Todos estos conocimientos reforzados por el estudio del griego y el latín.
El abandono de la educación integral con valores y principios universales desde el punto de vista físico, intelectual, emocional, espiritual, energético o biomagnético, bajo las premisas artistotélica “mens s?na in corpore s?n?” y socrática «conócete a ti mismo», ha traído consigo pobreza cultural.
A todo ello, se suma de manera más que preocupante la falta de formación de cuadros políticos en todos los partidos, particularmente, en el PRI, a pesar de contar con una amplia y probada experiencia en esta materia, lo que ha provocado caer en la nefasta improvisación de candidatos.
Urgente es también, que el PRI recupere, asimismo, el intenso y permanente activismo para abanderar las causas populares más sentidas en las comunidades indígenas y campesinas, barrios, colonias, fraccionamientos y ciudades, lo que genera rentabilidad político-electoral.
Además, de descubrir y formar a líderes naturales a ras de tierra, la acción de recuperar el activismo permitirá, al mismo tiempo, rescatar la movilidad social, al privilegiar nuevamente la estrategia de la meritocracia, para evitar la improvisación y peor aún, la ineptitud.
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