Una pareja de vegetarianos juzgada en Francia porque su bebé de 11 meses murió debido a un régimen alimenticio desequilibrado y a la falta de los cuidados médicos necesarios fue condenada hoy a cinco años de cárcel, de los que deberá cumplir 30 meses.
El tribunal rebajó en su fallo la petición del fiscal, que había solicitado diez años de prisión firme para la pareja, contraria a consumir todo alimento de origen animal y que tiene otra hija de 12 años.
El matrimonio ha pasado ya cuatro meses en prisión, por lo que al aplicarse las reducciones de pena previstas por la legislación francesa podría no tener que volver a la cárcel.
Según el Tribunal de Amiens (noroeste de Francia) , Joël y Sergine Le Moaligou, de 45 y 40 años, respectivamente, dejaron morir a Louise en 2008 al no alimentarle adecuadamente y privarle de una medicación tradicional que le habría salvado la vida, aunque sabían que estaba enferma.
En su lugar, recurrieron a cataplasmas, métodos y productos que resultaron ser inútiles.
Cuando el estado de la niña y su peso (5,7 kilogramos) les inquietó lo suficiente, llamaron a los bomberos, pero estos solo pudieron constatar que su hija, que hasta entonces había sido alimentada únicamente con leche materna, había muerto.
Agencia El Universal