París…llegó Mayas Revelación de un tiempo sin fin

Precedida de un notable éxito de público, admirada por 435 mil 470 personas en las dos sedes donde se ha presentado de las ciudades de México y Sao Paulo, la exposición Mayas. Revelación de un tiempo sin fin llega al Museo de quai Branly, en París, Francia, donde será inaugurada este 6 de octubre y permanecerá hasta febrero de 2015.

La apertura de la muestra en el recinto parisino, compuesta por 385 piezas, ha generado gran expectativa entre el público, que tradicionalmente ha manifestado un amplio interés por las culturas mesoamericanas y, en particular, la maya.

Integran la colección urnas, incensarios, cerámica, estelas, dinteles y máscaras funerarias de jade, así como piezas inéditas, procedentes de hallazgos recientes, entre ellas dos entierros con sus ofrendas, encontrados en Balamkú y la isla de Jaina, en el estado de Campeche.

Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la exposición presenta un amplio recorrido de más de tres mil años de historia de los mayas, cuya propuesta museográfica le ha permitido itinerar por diversos espacios.

Asimismo, ofrece la oportunidad de ver piezas únicas reunidas por primera vez, resaltando sus cualidades estéticas y su significado histórico. Las obras representativas de toda el área maya reflejan la capacidad creadora, la sensibilidad estética y la perfección técnica lograda por los mayas.

Entre las piezas más relevantes está el Tablero del trono del Templo XXI de Palenque, del periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), que muestra a cinco personajes que realizan una ceremonia de autosacrificio. Al centro está el famoso gobernante K’inich Janahb Pakal, quien ofrece una espina de raya a su nieto, y otros personajes de la élite maya. También destaca un conjunto de bloques glíficos que relatan varios acontecimientos.

El hombre y la naturaleza es el primer núcleo temático, en el que se aborda la importancia que tuvieron la flora y la fauna en el mundo indígena prehispánico. Algunas plantas, fundamentalmente el maíz, estuvieron ligadas a la sustancia de la que fueron formados los seres humanos. Los animales eran considerados hermanos de los hombres, por lo que existen múltiples representaciones de vegetales y animales, y de seres humanos vinculados con ellos.

Comunidad humana y vida cotidiana es el segundo apartado en el que se muestran diversos aspectos de la sociedad maya, con énfasis en las ofrendas, la indumentaria, los ornamentos corporales y las costumbres alimenticias.

En el módulo El corazón de las ciudades se conjuntan elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos de áreas ceremoniales de algunas de las grandes urbes mayas, mostrando la diversidad de estilos.

En la cuarta sección, El hombre frente al tiempo y los astros, se exhiben inscripciones de tipo astronómico y calendárico en piedra y estuco, con sus lecturas epigráficas. Asimismo, se integran vasijas y otros objetos con representaciones cosmológicas. Un ejemplo es el Monumento 175 de Toniná, de piedra arenisca, que data del periodo Clásico Tardío, el cual registra una ceremonia alusiva al fuego realizada por el Gobernante 8 en la tumba del Gobernante 1 en la fecha 3 Manik’ 0 Muwaan, equivalente al 31 de octubre de 799 d.C. También muestra la escena de un prisionero.

El siguiente rubro, Las élites gobernantes y su historiografía, presenta a los mayas escribiendo su propia historia, sobre todo la de los gobernantes, a través de inscripciones jeroglíficas que dejaron plasmadas en estelas y otras piezas, y que gracias a los avances en la epigrafía, la mayor parte de estos textos ya se pueden leer.

De este modo, se presentan obras que revelan el ascenso al trono, hazañas guerreras, matrimonios, así como a los personajes religiosos y políticos, que al lado del gobernante supremo, estaban a la cabeza de cada Estado maya.

En Las fuerzas sagradas se explican las ideas religiosas, la veneración a los estratos cósmicos (cielo, tierra, inframundo) y las fuerzas naturales (sol, lluvia, relámpago), y la sacralidad de la vida expresada en figurillas de deidades femeninas y de dioses representados en cerámica, esculturas, urnas, incensarios, etc.

El hombre frente a los dioses: los ritos, es el séptimo núcleo temático que aborda la vida ritual, los mitos cosmogónicos y el culto a las deidades. Entre las piezas representativas de estas prácticas está el Disco de Chinkultik (marcador de juego de pelota de piedra caliza) que data del periodo Clásico Temprano (250-600 d.C.), donde está representado el gobernante Chinkultik con un gran tocado de plumas y flores.

En el último apartado, Entrar en el camino: ritos funerarios, exhibe piezas como urnas, cerámica, joyas, además de máscaras funerarias elaboradas en mosaico de jade, acompañadas de adornos de jade, de concha Spondylus y de otros materiales.

Entre los objetos exhibidos, destacan la Máscara con orejeras de Calakmul, la Máscara funeraria de Dzibanché y la Máscara del cinturón ceremonial de Pakal. En los entierros de los gobernantes, su cara era cubierta con una máscara de jade, material precioso, símbolo de poder, inmortalidad y fertilidad, que buscaba sustituir el rostro perecedero del muerto con un retrato perdurable para conservar su espíritu.

Mayas. Revelación de un tiempo sin fin se conforma de piezas procedentes de 20 museos mexicanos, entre ellos el Museo Nacional de Antropología, el Museo Regional de Chiapas, el Museo de Sitio de Palenque “Alberto Ruz Lhuillier”, el Museo de Sitio de Comalcalco, el Museo Maya de Cancún, el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón y el Museo Arqueológico de Campeche Fuerte de San Miguel.