El Parque José María Morelos y Pavón, ahora parque Bicentenario, es un sitio emblemático que congrega a la familia y a jóvenes e incluye un símbolo de nacionalismo, un asta bandera de 25 metros de altura.
Algunos llegan a correr, suben y bajan las gradas, la gente se apropia del sitio, y las razones son muchas, cuenta con áreas de juegos infantiles que congrega a familias completas, es un área de esparcimiento para todas las edades.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Cronistas de Chiapas, Marco Antonio Orozco Zuarth, el parque es un sitio emblemático de Chiapas.
Mencionó que la construcción del parque se inició el 18 de diciembre de 1941, pero simbólicamente se puso la primera piedra el 14 de septiembre para conmemorar el 117 aniversario de la Federación de Chiapas a México.
De acuerdo con el investigador, la obra se concluyó el 28 de septiembre de 1942 y se inauguró el 5 de febrero de 1943, siendo presidente de México, Manuel Ávila Camacho.
Después, el parque Morelos se bautizó como Bicentenario durante el gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, tras la remodelación integral en el marco de la celebración de los 200 años del Inicio de la Independencia en México.
El parque se sitúa en la avenida primera y segunda sur entre 12 y 14 calle poniente, por ahí pasan diversas rutas del transporte público de la capital del estado.
En opinión de Orozco Zuarth, el parque es emblemático porque cuenta con un Monumento a la Bandera, posee una enorme asta bandera de 25 metros de altura, con relieves y cuenta con dos figuras femeninas dándose la mano.
Frente a éstas, en la parte más alta del monumento, al final de un graderío, se localiza un letrero que la población ha colocado y se ha apropiado del sitio: «Este espacio es exclusivo para darse besos y abrazos».
Asimismo, en el parque Morelos–Bicentenario se realizan eventos públicos
«Nuestros padres, nuestros abuelos, se subían a la lomita, la principal actividad de ellos era volar papalotes, por la altura y la circulación de aire que hace posible que vuele muy alto», recordó Orozco Zuarth.
Desde la parte más alta del monumento es posible observar casi toda la ciudad, las gradas se utilizaban como estadio, en la parte baja se jugaba futbol.
El amanecer y atardecer desde ese sitio se observa diferente, la altura permite ver distintos colores sobre la ciudad, principalmente al anochecer, un amarillo rojizo, ámbar y uno más claro.
El cronista aseguró que con la reciente remodelación el parque adquiere otra dimensión e importancia, pues cuenta con una cascada artificial, estacionamiento, una fuente, caídas de aguas y un monumento a la paz.
Consideró que la ciudadanía le ha dado el valor y la importancia que el parque Morelos –Bicentenario- merece, pero lo que sí es que «le hace falta más vegetación».
En opinión del presidente de la Asociación de Cronistas de Chiapas, falta una reforestación con especies nativas, las que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.
Entre ellas, el maestro propone sembrar la ospó, cupapé, flamboyán, primavera, entre otras especies, lo que nos ayudaría a regular la temperatura, a darle más identidad al parque.
Reforestar el parque sería recuperar estas especies que han ido desapareciendo de la ciudad el paso de los años y que fueron emblemáticas, durante su floración destacaba el rojo del flamboyán o el amarillo de la primavera o el morado del matilisguate.
Visitarlo es cargar energías, reúne todos los ambientes que busca una familia, en sus alrededores se ubican cenadurías, casas especializadas en elaboración y venta de tamales.
info: Radio Fórmula.