•Perverso debate en torno a la reforma energética
•Asecho de Cárdenas y PRD a contratos de Pemex
•Comienzan a enterrar la segunda vuelta electoral
Las cúpulas política y gubernamental tienen claro una realidad:
-La reforma energética se decidirá fuera del debate energético.
En consecuencia, coligen, no es necesario ganar el debate con fundamentos técnicos, razonamientos económicos y ni siquiera con juicios ideológicos.
Antes de conocerse el proyecto base, de iniciarse su elaboración en la Comisión de Energía del Senado de la República, donde David Penchyna apenas tiene un bosquejo de la suma de propuestas, la reforma esta presa de muchos intereses.
Chantaje vil.
Es natural el deseo de las trasnacionales petroleras por participar en nuevas fases de la exploración y explotación del crudo mexicano, aunque desde hace tiempo son las grandes beneficiarias de la industria.
Los legisladores decidirán si satisfacen su voracidad.
Pero llama el ahínco de la oposición, tanto de derecha como de izquierda, por satisfacer sus intereses y su ideología.
Acción Nacional (PAN) y su dirigente Gustavo Madero han condicionado su respaldo, primero, a la aprobación de la reforma electoral y, segundo, a incorporar decisiones no contempladas originalmente.
“Más ambiciosas”, les llamó The Wall Street Journal.
Y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Jesús Zambrano, automarginado porque rechaza cualquier cambio constitucional, encontró la forma de no ser reinsertado mediante su retiro de las mesas de negociación.
Pero no son las únicas presiones ajenas a la reforma energética.
NEGOCIOS Y BUROCRACIA PANISTA EN PEMEX
De repente en el gobierno encontraron razones para la preocupación.
El manejo de los organismos del sector, en especial Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), no es transparente y empiezan a conocerse malos manejos en contratos y operaciones recientes.
Asunto grave cuando las dos paraestatales estarán en el centro del debate.
La luz de alerta la encendió públicamente ayer Cuauhtémoc Cárdenas, quien demandó despedir y castigar a todos los funcionarios corruptos.
El y el PRD traen información.
Lo más preocupante para la administración del presidente Enrique Peña Nieto sería encontrar la dinamita de su proyecto dentro del propio sistema, aunque hay algunos atenuantes.
Por ejemplo, algunos organismos de Pemex –y el mayor negocio está en Pemex Exploración y Producción (PEP)- pueden dar contratos libremente, sin concurso ni supervisión mayor, por 500 millones de pesos.
O fraccionar los grandes contratos.
Otro factor: gran parte de la burocracia media alta de la paraestatal, la de las decisiones económicamente importantes, sigue ocupada por mandos heredados de las administraciones panistas de Felipe Calderón y Vicente Fox.
Bastaría asomarse al área jurídica para saber cuántos permanecen de los tiempos del senador panista César Nava Vázquez.
ENTIERRO DE LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL
1.- Acción Nacional no ha encontrado eco en el gobierno y con los negociadores priístas para instrumentar la segunda vuelta electoral, una de las principales demandas del dirigente Gustavo Madero.
Si persiste la negativa de Enrique Peña, quien tampoco respalda la reelección presidencial, desde ahora puede darse por descartada esa ocurrencia del ex mandatario Felipe Calderón.
2.- A falta de una respuesta gubernamental, el coordinador priísta Emilio Gamboa salió a negar la existencia de algún pacto entre priístas y panistas para elaborar una reforma energética conjunta.
Todo se ve en la mesa de trabajo respectiva, aseguró Gamboa.
3.- La entrega de la medalla Belisario Domínguez a los herederos de Manuel Gómez Morín llevará a replantear la mecánica para designar a los beneficiarios de esa distinción.
En 12 años de gobierno el PAN no pudo desenterrar un cadáver tan añoso, aunque sí premió post mortem a José Angel Conchello.
Y 4.- el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Benjamín Grayeb, desmintió a quienes ven en la reforma hacendaria la sepultura del desarrollo del campo.
El empresario aguacatero agradeció la presidente Enrique Peña la “enorme sensibilidad” para dar un régimen especial a agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Hay, insistió Grayeb, “un entorno favorable. Debemos aprovechar esta oportunidad”.