Un juez de Los Ángeles rechazó la propuesta del cineasta Roman Polanski para regresar a Estados Unidos y cerrar un antiguo caso de abuso sexual sin tener que pasar más tiempo en prisión.
El magistrado, del Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, Scott M. Gordon, desestimó la petición de Polanski porque estaba basada, dijo, en “los mismos hechos y argumentos legales” presentados y rechazados en el pasado por otros jueces.
“No hay una base suficiente o convincente para reconsiderar estos asuntos”, apuntó Gordon.
Polanski está acusado de haber mantenido relaciones sexuales en 1977 con una menor de 13 años, Samantha Geimer, después de una sesión fotográfica en Los Ángeles.
Geimer acusó a Polanski, que en ese entonces tenía 43 años, de drogarla y obligarla a mantener relaciones sexuales, por lo que el director de cine fue arrestado.
Polanski se declaró culpable y pasó 42 días en la cárcel, pero estando en libertad bajo fianza y ante el temor de tener que volver a prisión para cumplir una condena mucho más severa huyó de EU a finales de 1978.
El cineasta había presentado en febrero de este año una serie de documentos legales ante el tribunal de Los Ángeles para regresar a Estados Unidos y cerrar el caso siempre y cuando contara con la garantía de que no pasaría más tiempo entre rejas.
Polanski argumentó que llegó a un acuerdo con las autoridades para cumplir sólo 48 días entre rejas, pero que escapó del país porque el magistrado Laurence Rittenband pretendía imponerle una condena más dura de la pactada.
Sin embargo, el juez Gordon no aceptó hoy estas alegaciones y negó, además, la petición de Polanski para ser sentenciado “in absentia” y su solicitud para conocer la opinión actual de la Fiscalía sobre su condena antes de pisar suelo estadunidense.
Este nuevo revés al realizador extiende un problema judicial que ha restringido su libertad de movimiento por todo el mundo durante años por miedo a que Estados Unidos reclamara su extradición.
En 2009, las autoridades estadunidenses solicitaron a Suiza la detención del realizador, quien tiene nacionalidad francesa y polaca.
Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich y pasó tres meses en prisión y otros siete en arresto domiciliario, hasta que, finalmente, Suiza denegó su extradición y lo puso en libertad.
El intento más reciente de llevar a Polanski ante los tribunales se vivió en 2015 cuando Estados Unidos pidió a Polonia la extradición del artista, una solicitud que fue finalmente rechazada.
inf./Tiempodigital/Excelsior