Cual sujeto imaginario de Sabines que después de estar tan cansado de todo y de todos decide morirse una semana para después regresar con nuevos brios a su realidad, buena, mala, pero suya; así decidí desentenderme de nuestra tragicómica y surrealista realidad por unas cuantas horas, retomar fe de otras esperanzas, risas de otras bocas y llanto de otros ojos, no escuchar las mismas balas, las mismas bromas que no son mentiras, la misma batalla contra la desesperanza de todos los días. Es solo que después de enterarse que mientras se está disfrutando de los deleites de la vida secuestraron a Erika Gándara y calcinaron a dos jóvenes estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, uno no puede seguir por la vida como si nada, sin preguntarse qué hiciste para no estar en su lugar, sin sentir que tienes que hacer algo en su nombre, ¿o a poco solo porque todos los columnistas famosos están de vacaciones sus historias no son importantes, no nos muestran una vez más la valentía infranqueable de una mexicana dispuesta a darlo todo por los suyos y la incapacidad de nuestro Estado fantasma?
Y me duele tanto que no sea mentira, me duele tanto saber que nuestra realidad no es una mala broma, una pesadilla de la cual vamos a despertar para vivir en nuestro México donde Erika no tuvo que tomar ese puesto porque no existió necesidad de hacerlo, nuestra realidad donde los dos estudiantes pasan año nuevo con sus familias, besan a sus damas presentes o futuras, tienen hijos y mueren de viejitos, nuestra realidad donde Joaquín Guzmán es un hombre de bien que llega a su casa a abrazar a sus hijos después de trabajar honradamente, donde nuestro Felca querido puede dormir sin el terror de saber lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que pasará, donde no hay Blog del Narco porque no hay narco, donde no hay cabezas rodando porque no hay machetes en manos de niños de catorce años, donde Servando Gómez se quedó de Maestro y gana bien, donde Elba Esther nunca tomó el SNTE, donde México es otro, no mejor ni peor, otro.
Desgraciadamente la pesadilla es realidad y la realidad es pesadilla, desgraciadamente Felca no puede dormir (supongo), Elba duerme a pierna suelta con el SNTE y México a sus pies, Joaquín Guzmán llega a su casa y no puede abrazar a todos sus hijos, Servando Gómez ya no es Maestro (aunque le sigan pagando), Erika nomás no aparece y los jóvenes calcinados son polvo.
Así que no nos queda de otra más que sentir lástima de Felca, aguantar nuestra pesadilla, realidad, lo que sea y dar lo mejor de nosotros para que en una de esas todo México sea tan exitoso como el Chicharito, en una de esas entendemos la paradoja de la vida, aquella que nos dice que el cambio de uno hace al mal lo que el viento a Juárez, pero que el cambio de muchos hace lo que Lázaro. Se levanta y anda.
A hacer aquello que los que no están ya con nosotros no pudieron hacer. Reír a pierna suelta cual Elba pero con la humanidad que ciertamente no tiene, amar como si supiéramos que mañana nos rociarán a balazos, llorar cuando valga la pena, colgarse de quien nos quiera, no morirnos más que por amor y principalmente aquello que tanto le gustaba a nuestros santos inocentes… vivir.
Desde Londres… ¡Feliz 2011!