¿Soltero? ¿No ha logrado encontrar su alma gemela? ¿No tiene tiempo para ir a bares para conocer a su futura pareja?
Tal vez Cupido esté esperando por usted a unos cuantos metros bajo tierra -según nota de BBC Mundo-.
O eso al menos han pensado las autoridades del sistema de transporte público de Praga, la capital de República Checa, que han propuesto la creación de una serie de «vagones del amor» en el metro de la ciudad.
«La idea forma parte de una nueva campaña de largo plazo, cuyo objetivo es mostrar cuáles actividades se pueden hacer en el transporte público y no en el automóvil, como leer, estudiar, escuchar música, jugar con juegos electrónicos y revisar los emails»
La idea es que en estos vagones, reservados sólo para personas solteras y que buscan su media naranja, sean un espacio para el coqueteo, para la seducción y, por qué no, para enamorarse también.
Los «vagones del amor» funcionarían en cada una de las tres líneas del metro de la capital checa.
Las tres líneas de metro de Praga -con una población de 1,2 millones- suman un recorrido total de 59 kilómetros. En 2011 transportaron 580 millones de pasajeros. No hay datos sobre cuántos de estos son solteros y tienen deseos de conocer gente.
Ropid, la empresa de la comuna que administra el transporte público de Praga, comenzará a encuestar a los pasajeros en breve para determinar si estarían interesados en este servicio, que podría estar disponible a fin de año.
Más transporte público.
La iniciativa constituye una de las actividades diseñadas por la compañía para lograr que los habitantes de Praga usen menos sus vehículos personales y más el transporte público.
Esto tendría un importante impacto económico y ambiental para la ciudad, afirma Filip Drapal, portavoz de Ropid.
Praga espera que la iniciactiva no implique un gasto extra para la ciudad: el plan es que las agencias de citas sean patrocinantes y paguen por anunciarse en los «vagones del amor».
Eso sí, el servicio no funcionaría durante las horas de mayor congestión matutina, para evitar el abarrotamiento de pasajeros en el resto de los vagones.
En los «vagones del amor» Cupido deberá actuar rápido: mientras en Berlín un viaje en metro puede llevar una hora o más, el tiempo promedio en Praga es de cinco minutos.
«La tendencia es que haya más y más gente soltera», dice Drapal.
«Así que nos gustaría ayudar a estas personas y, en general, llamar la atención sobre este fenómeno social».