El presidente peruano, Martín Vizcarra, disolvió el lunes constitucionalmente el Congreso, dominado por la oposición, que replicó suspendiendo al mandatario y nombrando interinamente en su lugar a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.
He decidido disolver el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias anticipadas», dijo Vizcarra en un mensaje al país por televisión, al agudizarse un choque de poderes iniciado hace tres años y cerrarse las vías de entendimiento entre el ejecutivo y legislativo.
La gota que derramó el vaso para el mandatario fue la negativa del Congreso a suspender una polémica designación de nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
Vizcarra había lanzado el domingo un ultimátum al Congreso al advertir que lo disolvería si este lunes le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que buscaba impedir que ese alto tribunal fuese copado por la oposición.
Una disolución del Congreso en Perú no ocurría desde 1992
El parlamento no tardó en reaccionar, suspendiendo por un año a Vizcarra para ejercer el cargo de presidente. La suspensión fue aprobada por 86 votos de un total de 130 legisladores.
Mientras tanto, Vizcarra convocó a nuevas elecciones parlamentarias para el 26 de enero, según decreto publicado en la gaceta oficial.
Los jefes de las Fuerzas Armadas reafirmaron su lealtad Vizcarra, acudiendo por la noche a la sede de gobierno para expresarle su respaldo.