
La reunión que tendrán el presidente de México, Felipe Calderón, y el de Estados Unidos, Barack Obama, servirá para “limar asperezas” y “aligerar la tensión”, de acuerdo con especialistas en relaciones internacionales.
El encuentro, previsto para mañana, se enmarca en un clima en el que la seguridad y el narco sobresalen por el resto de los temas de la agenda bilateral.
“No cabe duda que algunos de los elementos en la entrevista del presidente Felipe Calderón con EL UNIVERSAL y el asesinato del agente Jaime Zapata han servido de catalizador de este encuentro en la Casa Blanca”, manifestó Diana Negroponte, analista de Brookings Institution.
Dicho esto, añadió, desde ambos gobiernos ya había el convencimiento sobre “la necesidad de este encuentro, y de propiciar una reunión más amplia” con el fin de intercambiar nuevas ideas y proyectos en torno a aspectos más allá de la seguridad, como los proyectos de infraestructura en la frontera, el comercio o la energía.
“Los presidentes Calderón y Obama tendrían que aprovechar su encuentro para ir más allá de una crisis puntual (entre ambos países) y discutir sobre temas que van más allá del aspecto de seguridad”, insistió Negroponte.
A su vez, John Bailey, especialista de la Universidad de George Washington, consideró que la reunión tendría que servir a ambos mandatarios para “resetear” su relación:
“Los presidentes Calderón y Obama tendrían que aprovechar la reunión para disipar el mal ambiente y las tensiones que se han generado recientemente para reafirmar su cooperación en asuntos de seguridad”, dijo el analista.
“Ambos presidentes son políticos realistas y ambos desean hacer lo posible para recuperar el momento y conservar el aliento durante la fase de debilidad que enfrentarán Calderón (y posiblemente Obama) en los últimos dos años de su mandato”, apuntó.
Piden replantear términos
Para Andrew Selee, director del Instituto México del Centro Woodrow Wilson, “las crisis en las relaciones” muchas veces permiten “repensar” o replantearse algunos términos de la relación.
“Pero hoy, entre altos cargos de ambos gobiernos, existe la convicción de que, si bien es cierto que ha habido algunos roces fuertes, hay un sentido de que el interés nacional es mucho más importante que las personas y las tensiones”, consideró Selee.
Jorge Chabat del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), explicó que es importante la presencia en Washington del Ejecutivo mexicano “para mostrar un tono de colaboración” hacia el pueblo y gobierno de ese país por el asesinato del agente especial en San Luís Potosí.
Ven postura conciliadora
Añadió que a diferencia de la visita anterior (segunda en el gobierno de Obama), es probable que el presidente Calderón asuma una postura “más conciliadora”, después de que en esa ocasión se evidenciaron fricciones con algunos sectores, entre ellos el Congreso de los Estados Unidos.
Tanto Chabat como Isabel Studer, directora del Centro de Diálogo y Análisis sobre América del Norte (Cedan) del Tecnológico de Monterrey, coincidieron en que el mensaje del mandatario mexicano deberá dirigirse al “sector duro” de la opinión pública estadounidense, que es el que refiere la idea de que México es un Estado fallido.
Javier Urbano Reyes, del departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, lamentó que la agenda bilateral esté “secuestrada” por temas relacionados al tráfico de drogas.
Urbano Reyes manifestó que como resultado de la visita de Calderón a la Unión Americana se espera una ratificación de negociaciones y compromisos previos entre ambas naciones, como es la Iniciativa Mérida, aunado al gesto, manifestó, de solidaridad del gobierno mexicano hacia su homólogo por el asesinato del agente del ICE.
Agencia El Universal