
La presidenta nacional interina del Partido de la Revolución Institucional (PRI), Carolina Monroy, calificó como «no ética» la conducta del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de querer blindar o protegerse de futuras revisiones al manejo presupuestal y político de su gestión.
Entre esas acciones destaca la intención de retrasar la fiscalización de las cuentas públicas de su gestión y la designación de funcionarios relacionados con el combate a la corrupción que no podrían ser removidos por la administración entrante, como por ejemplo el Fiscal Anticorrupción.
«Si bien es jurídicamente correcto, habría que revisar si lo es desde el punto de vista ético. Pienso que no, que no es correcto, personalmente porque a los ojos de todos, a la luz de todos no son momentos para tomar decisiones de tanta trascendencia. Está de salida, y creo que generar las mejores condiciones para que la transición sea tersa, suave y responsable frente al ciudadano pues es lo trascendente y fundamental».
La postura del PRI en este caso es clara, dijo la presidenta nacional del partido. Consiste en no avalar conductas ilegales, en recuperar la paz en la entidad e invitar a quienes tengan denuncias en este caso a presentarlas ante la autoridad correspondiente.
A pregunta expresa la presidenta nacional interina a del PRI concluyó que su partido no avalará conductas del gobernador Duarte que no sean institucionales.
«El partido está tomando una posición muy clara. Nosotros no tenemos por qué responder, y mucho menos avalar aquello que no pudiera estar alineado a los principios institucionales, y sobre todo a la legalidad».