
• Explicaciones a este comportamiento
• Hampa rebasa a Bancomer
• Clientes, en constante riesgo
Desde hace casi ocho años (2008), aún en plena crisis financiera que se desató en Estados Unidos con el estallido de la bomba que significaron las hipotecas de alto riesgo, lo que inevitablemente tuvo repercusiones en México, habíamos escuchado y lo seguimos oyendo, que el financiamiento para la adquisición de viviendas en el país por parte del sector bancario va viento en popa.
La Asociación de Bancos de México (ABM), que preside Luis Robles Miaja, presume constantemente el repunte que, según dice, tiene el financiamiento hipotecario en todo el país por parte de la banca, crecimiento que argumentan es de doble dígito. Y, sinceramente, no dudados de ello.
Lo que no dicen, por ejemplo, es que dicho financiamiento había estado muy por debajo del que otorgan las financieras hipotecarias del Estado, o sea el Infonavit y el Fovissste, que dirigen David Penchyna y Luis Antonio Godina, respectivamente. Por alguna razón, pero sobre todo por cuestiones de mercado, muchos bancos abandonaron temporalmente ese segmento del crédito.
Mencionamos esto porque el Banco de México dio a conocer el Reporte de Indicadores Básicos de Créditos a la Vivienda, un interesante estudio elaborado con base en cifras de la Comisión Nacional de Vivienda, que dirigida por Paloma Silva, y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que preside Jaime González Aguadé. Ahí se revela el rezago en el que permanecieron los bancos respecto a las hipotecarias del Estado.
Y es que por primera vez en 18 años, en este 2016 la banca comercial prestó más dinero para comprar casas y departamentos que el Infonavit y el Fovissste, de forma conjunta.
En los primeros 2 meses de 2016, la banca otorgó créditos por 20 mil 400 millones de pesos para la compra de vivienda, mientras que los organismos de este sector del Gobierno Federal, Infonavit y Fovissste, asignaron 19 mil 600 millones de pesos, esto es 800 millones de pesos menos que los bancos.
Explicaciones al comportamiento
Son varios motivos los que explican este comportamiento, el primero es la contracción del programa de subsidios por el recorte al gasto público, dadas las condiciones a la baja del petróleo; el segundo es que muchas de las personas que adquieren créditos con estas instituciones son empleados públicos, entonces por la reducción de gasto del gobierno, prefieren esperarse hasta considerar una estabilidad en sus puestos de trabajo.
Desde 1995, luego de la crisis del “Error de Diciembre”, la banca quebró y el Infonavit despuntó hasta nuestros días como institución de crédito para adquisición de vivienda.
En 2010, el Infonavit y el Fovissste prestaron 14 mil 400 millones de pesos en crédito, monto 58.8 por ciento superior al que otorgó la banca, de 9 mil 100 millones de pesos.
El año pasado, la brecha todavía fue de 17 por ciento, pues las instituciones gubernamentales prestaron 21 mil 300 millones de pesos, mientras que la banca dio crédito por 18 mil 200 millones.
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de enero a febrero de 2016, la tasa de interés promedio de los bancos comerciales para la adquisición de vivienda nueva y usada fue de 10.02 por ciento, mientras que la del Infonavit y Fovissste fue de entre 4 y 10 por ciento; sin embargo, en confinanciamientos, la tasa de interés subió hasta 14 por ciento.
La banca está enfocada a otorgar créditos para compra de vivienda media y residencial, mientras que Infonavit y Fovissste ahora se enfocan a programas de mejoramiento y ampliación de vivienda, en lugar de adquisición. Por lo que el nicho que está atacando cada uno está reflejando esta diferencia de tendencia.
Hampa rebasa a Bancomer
Es curioso que Francisco González el presidente del banco español BBVA, haya reconocido durante la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer, su filial mexicana, que “la industria bancaria se ha quedado obsoleta” frente al avance de las empresas tecnológicas, “con estructuras de costos muy pesadas, sistemas arcaicos y con una oferta muy poco diferenciada”.
Dijo que los clientes demandan un nuevo tipo de relación con la banca, que sea de más igualdad y flexibilidad en canales, pero también de transparencia, mejores precios y mayor liquidez.
Debió de haber agregado: y demandan mayor seguridad en los productos bancarios.
Y es que es increíble que un banco como Bancomer que en 2015 aportó al grupo español utilidades por más de 34 mil 485 millones de pesos, casi la mitad del total que obtiene en España y en todas sus filiales en el mundo, esté –junto con sus clientes- a la merced del hampa.
Para muestra un botón: un usuario de una tarjeta de crédito Bancomer está expuesto a que sufra una clonación de su plástico, con el que se hagan múltiples pagos fuera del perfil del consumo regular de la tarjeta original.
Los clientes de tarjeta Bancomer están expuestos a que el clonador reporte la tarjeta como extraviada, solicite un cambio de domicilio, y el banco, sin corroborar la identidad, le mande el nuevo plástico y los estados de cuenta a donde le indicó el delincuente para que el cliente original no se percate del mal uso que están haciendo de su cuenta.
Los tarjetahabientes Bancomer están expuestos a que con esa nueva tarjeta el delincuente compre una moto, pague varias cuentas en tiendas como El Palacio de Hierro, en restaurantes, y haga disposiciones de efectivo en cajeros automáticos el mismo día y que ese ritmo de consumo se repita varios meses.
El cliente está expuesto a que Bancomer no tenga la forma de detectar cuando una tarjeta de crédito tiene cargos y consumos inusuales, muy diferentes a los que se han hecho durante… ¡más de 20 años!
Bancomer tiene expuestos a sus clientes para que los delincuentes rebasen los límites del crédito otorgados a sus tarjetas.
Los clientes de Bancomer están expuestos a que los cobradores del banco les llamen para decirle que deben pagar lo que no han consumido y a pesar de que se les indique que la deuda se está “aclarando” ante la denuncia del fraude.
Bancomer carece del servicio de envío de estados de cuenta por correo electrónico, mientras que Banamex sí lo tiene.
Banamex envía un correo electrónico a sus clientes cada vez que realizan un consumo con su tarjeta indicando monto y establecimiento comercial, mientras que Bancomer está impedido de hacerlo.
El empresario español Francisco Rodríguez debió de haber reconocido: Bancomer ha quedado obsoleto.
Escribanos a avargas@habitatmx.com, también síganos en http://www.habitatmx.com/ *Periodista. Director de la Revista HábitatMx