Puntales – Interviene banco en elecciones

· Cuidado con las tarjetas de prepago
· Sastré lucra con recursos del Estado

Vaya escándalo que se ha desatado con la acusación del PAN y el PRD por la repartición de tarjetas de prepago del banco Monex, por parte del PRI, como presuntas compras de votos. Los de Acción Nacional aseguran que a través de éstas son distribuidos más de 700 millones de pesos, cuyo origen se desconoce y que podrían estar vinculados con otro escándalo relacionado también con el intermediario que preside Héctor Lagos.

El otro lío en el que está metido Monex es en la demanda por 56 millones de dólares que interpuso en cortes norteamericanas el empresario mexico-norteamericano, José Luis Ponce de Aquino, contra varios integrantes del equipo de campaña de Enrique Peña Nieto, por un presunto fraude al utilizar a su empresa de comunicación para financiar la promoción del mexiquense.

Algunos analistas vinculan a ambas cantidades y resalta el hecho de que en ambos temas el intermediario financiero sea el mismo.

El empresario afirma que se le engañó y le generaron múltiples gastos con el ofrecimiento de ser contratado para realizar una campaña dirigida a nuestros paisanos que viven en Estados Unidos, cuando nuestras leyes prohíben hacer proselitismo pagado en el extranjero.

Monex se escuda en la regulación y supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y manifiesta en un desplegado su compromiso para “garantizar la transparencia y legalidad de todas las operaciones y transacciones que realizamos, a efecto de brindar seguridad y tranquilidad a nuestros clientes”. Y remata: “Monex está siempre dispuesto a brindar la información que se le requiera conforme lo estipulan las leyes”.

Es probable que la participación de Monex en estas operaciones sea fortuita como la pudo haber sido de cualquier otro banco, sin embargo llama la atención que coincidan el cliente y los objetivos de las mismas relacionados con la candidatura de Enrique Peña Nieto. La pregunta es si el banco aplica los principales lineamientos antilavado de dinero, entre los cuales destaca la vigilancia con mayor detenimiento de las operaciones bancarias de sus clientes, ya sean personas físicas, empresas u organismos “políticamente expuestos”.

Ya desde hace unos meses en el mercado de tarjetas de prepago, en el que participan múltiples empresas, algunas de ellas de gran tamaño e internacionales, y en el que se compite con una ferocidad tremenda, corría el rumor de que Monex se estaba metiendo en un asunto bastante “pesado”.

Cuidado con las prepago

A propósito del tema de tarjetas de prepago, el experto en asesoría empresarial para prevenir el lavado de dinero, Ramón García Gibson, señaló en su último artículo de su blog en un portal financiero, lo siguiente:

“Sin lugar a dudas los delincuentes en muchas ocasiones abusan de productos financieros diseñados para fines lícitos, para el caso que nos ocupa, entre otros supuestos, existen tarjetas prepagadas para gestión financiera de público adolescente; para universitarios; para envío/recepción de fondos (remesas); para regalos (gift cards); para compras online; para compras en cadenas retail; para planes de nóminas y gastos de salud o simplemente las que se pueden utilizar como un medio de pago para cualquier fin. El problema estriba en que existen diversos tipos de emisores de tarjetas prepagadas que van desde entidades del sistema financiero, comercios, online, servicios y los totalmente independientes, todos ellos con diferentes controles y límites de recarga siendo en algunas ocasiones ambos supuestos inexistentes.

“Es un reto para las diferentes autoridades encargadas de combatir y prevenir el lavado de dinero a nivel internacional el actualizarse para la identificación de éstos nuevos medios de transporte y operación de dinero procedentes de actividades ilícitas pues al día de hoy podríamos decir que por la mayoría de las fronteras por no decir en todas grandes montos cargados en tarjetas prepagadas cruzan como si fuera dinero invisible que es utilizado para ser depositado en el sistema financiero, pagar proveedores de droga, nóminas o plantillas de empleados o funcionarios corruptos, compra de armas y la generación de más delitos”.

Ojalá que en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores lo hayan leído.

Lucro con recursos del Estado

Muy mal que el publirrelacionista Eduardo Sastré lucre con la concesión que le regaló su amiga Josefina Vázquez Mota, cuando fue secretaria de Educación Pública, al concederle un programa de radio en una de las estaciones del IMER, la radiodifusora del Estado. Con éste queda bien, presiona o incluso chantajea virtualmente a las empresas para que contraten los servicios de su empresa Bureau de Relaciones Institucionales y Comercio (BRIC). En los últimos días, por ejemplo, ha emprendido una campaña negativa contra un banco, quizá con el objetivo de obtener dólares más baratos.

Sastré fue despedido de su puesto de director de Comunicación de Banorte, cuando en el banco de Roberto González Barrera, Guillermo Ortiz y Alejandro Valenzuela, prominentes priístas, lo descubrieron operando a favor de la panista desde que fue nombrada al frente de Educación Pública. Incluso es quien le ha propuesto a varios jefes de prensa en su carrera política para “manejarle” su imagen.

Es obvio que sus “operadores” y su “asesoría” no ayudaron en absolutamente nada a la candidata panista, pues si algo resultó pésimo en su estrategia política fue su comunicación con la sociedad y su relación con los medios, no por nada de última hora entró al quite en esa área Juan Ignacio Zavala, cuñado del presidente de la República, con el objetivo de remontar la adversidad prelectoral y en eso está aunque parezca ya demasiado tarde.

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*Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Derecho.