
• Sofomes, el caos
• Otra de Gil Díaz, sobrino detenido por lavado
• ARA invasor de tierras
• Hoteles Misión, despide a su “embajador” por portarse mal
Estamos a menos de dos meses que se finiquite uno de los más grandes errores que se haya cometido en el sistema financiero mexicano cuya paternidad le corresponde al ex secretario de Hacienda y Crédito Público del sexenio de Vicente Fox, Francisco Gil Díaz.
Él y su equipo de entonces, con Guillermo Zamarripa al frente, fueron los que tuvieron la gran “ocurrencia” de poner un plazo a la existencia de las sociedades financieras de objeto limitado (sofoles), crear la figura jurídica de las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes) y obligar a las primeras a transformarse en las segundas o en banco de nicho. La fecha límite es el próximo 19 de julio.
Pero a Gil Díaz no le importaron las manifestaciones de desacuerdo y advertencias del error que se estaba cometiendo por parte de los directivos de las sofoles y analistas especializados. Por el contrario, llegó a amenazar y presionarlos para que dejaran de quejarse.
El problema principal fue que se desreguló y dejó de supervisar a las sofomes, salvo a aquellas que pertenecieran a los grupos financieros. El objetivo era “democratizar” el crédito, permitir la libre apertura de empresas financieras como cualquier otro establecimiento comercial, sólo teniendo que registrarse en la Condusef que hoy dirige Mario Di Costanzo.
Sin embargo, los empresarios y analistas no se chuparon el dedo, veían que el objetivo final era beneficiar a los bancos comerciales del país que se quejaban de una supuesta competencia desleal por parte de las sofoles, las cuales ya les habían arrebatado gran parte del crédito hipotecario y automotriz.
Por ello es interesante analizar la relación que ha tenido el ex funcionario público con las instituciones bancarias. Tenemos que hoy es integrante del Consejo de Administración de Grupo BBVA Bancomer, además de presidente en México de la empresa española Telefónica. En 2007 protagonizó un escándalo internacional que destapó el Financial Times, pues a unos días de haber dejado la SHCP ya había sido nombrado consejero en HSBC Holdings plc, sí, el banco campeón del “enjuague y limpieza” financiera, por decirlo de alguna manera.
Sin embargo, renunció por la presión que ejercieron medios y la demanda que le levantaron políticos del PRI y PRD por violar las leyes mexicanas que impiden que un funcionario de alto nivel trabaje en una empresa de su sector de influencia gubernamental durante un año después de su renuncia y con el argumento de su nombramiento en Telefónica.
También hay que mencionar que fue director general de Avantel, la empresa telefónica de Roberto Hernández y Alfredo Harp, accionistas de Banamex, y a quienes Gil Díaz, en su carácter de secretario de Hacienda, les permitió vender el banco a Citigroup por medio de la Bolsa Mexicana de Valores para evadir el pago de miles de millones de pesos en impuestos.
Sofomes, el caos
Regresando al tema, mientras las sofoles fueron bien reguladas y supervisadas su participación en el mercado fue exitosa, distribuyendo el crédito a empresas y público en general, como hoy desean que así sea el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.
El entonces presidente de Hipotecaria Su Casita, José Manuel Agudo, advertía parte en broma y parte en serio, que no quería tener como colega de trabajo al “Chapo Guzmán”, pues las sofomes podrían ser un vehículo para lavar dinero. Con el tiempo el también ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz le dio la razón al asegurar en varias ocasiones que eso ocurre actualmente, aunque se carece de información dura, dado que nadie tiene un registro real de las empresas y mucho menos de sus operaciones.
Al “sparring” favorito del hoy presidente de Grupo Financiero Banorte (por aquella vapuleada que le propinó en aquella polémica que protagonizaron en la prensa) y a Guillermo Zamarripa se les debe el gran caos de las sofomes en México. Ni el crédito se extendió, ni hubo mayor competencia, pero sí se limitó la participación de muchos empresarios, y lo peor, se creó un vehículo para el lavado de dinero, administrar la cartera vencida de otras empresas y sacarla de los balances, evadir al fisco, captar ahorro del público y defraudarlo, entre otras lindezas.
Estamos en tiempos de reformas y se dice que la financiera viene fuerte. Ya se dio un golpe de timón en el sector hipotecario y de vivienda, esperemos que los nuevos responsables de las finanzas en México, recuperen el camino perdido con los intermediarios financieros no bancarios, pero sobre todo con vistas a fomentar la competencia con servicios especializados y a precios adecuados en beneficio de las empresas y los ciudadanos mexicanos.
Las sofoles llegaron a sumar casi un ciento, algunas fueron más grandes que algunos bancos. De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que preside Jaime González Aguadé, quedan 19 que tendrán que migrar obligadamente a otra figura. Las principales sofoles y sofomes, que se aglutinan en la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), que preside Alejandro Martí, solicitan retomar la regulación nuevamente, pero actualizándola a las nuevas condiciones del mercado.
Otra de Gil Díaz, sobrino detenido por lavado
Por cierto, hace unos días fue detenido en Estados Unidos el empresario Martín Díaz junto con su “socio” Enrique Guerra, acusados de encabezar una red de lavado de dinero con la que realizaban grandes envíos de dólares en
efectivo en maletas y contenedores desde México hacia Texas y luego a Miami por transporte aéreo para después ser incrustados en el sistema financiero norteamericano y vía éste en el mexicano. Se trata de una operación encubierta realizada por las autoridades estadunidenses a través de agentes encubiertos que infiltraron a la red de “empresas” de Díaz y Guerra.
Lo sorprendente de esto es que Martín Díaz es sobrino precisamente del ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, y ex yerno del político Dionisio Pérez-Jácome (PRI) y del empresario José Serrano Segovia (TMM).
ARA invade tierras
Y ya que hablamos de operaciones truculentas, éstas también están también se en el sector de la vivienda y como muestra ahí les dejamos esta nota que nos llegó desde Querétaro.
Resulta que el Consorcio ARA, viviendera que preside el empresario Germán Ahumada Russek, le fue impuesta una multa de 400,000 pesos por invadir casi tres hectáreas de una zona forestal en el municipio de El Marqués.
Lo curioso del caso es que esta es la segunda ocasión que la constructora de viviendas es sancionada por dicha irregularidad. Además de la multa, le clausuraron de manera parcial de la obra.
La Procuraduría del Medio Ambiente y Desarrollo Urbano de aquella entidad analiza más casos de inmobiliarias que invaden zonas forestales, cuyas multas podrían proceder hasta por 20,000 salarios mínimos. Algunas son reincidentes, como es el caso de ARA.
ARA ya había sido sancionado con 200,000 pesos, también en El Marqués, por la misma dependencia gubernamental, cuyo procurador Alfredo Zepeda Garrido, aseveró que algunas desarrolladoras e inmobiliarias forman sus bancos de tierra con materiales prohibidos. Sobre el particular, la empresa de constructora de vivienda no comentó nada.
Misión, el despido de su “embajador”
Entre las disparidades que afloraron en la reciente y supuesta exitosa edición del Tianguis Turístico de Puebla, hay una que por ser tan singular y ridícula llamó nuestra atención. Me refiero al comunicado de prensa que emitió Hoteles Misión, que dirige Roberto Zapata, en donde los avezados y geniales comunicadores de la empresa dieron cuenta que una de sus actividades más destacas en dicho evento, fue que ofrecieron un coctel a los asistentes al tianguis. Lo que no dijeron, es que dicho convivio requería de invitación personal y su debida confirmación. Hágame usted el favor, si lo que más abundó en el tianguis fueron cocteles y lugares en donde beber gratis.
Pero la cosa no paró, se supo de manera extraoficial que el nuevo representante o “embajador” de Hoteles Misión en su campaña “Puebleando con Misión” es el cantante Alex Syntek, quien sustituyó a su colega chiapaneco Reyli, de quien se dice fue despedido por no respetar los cánones del buen comportamiento en las instalaciones de los hoteles 100% familiares, ya que el mismo día de la presentación de la campaña promocional, en junio de 2012, el chiapaneco Reyli se hizo acompañar por algunas amiguitas, de las que cobran, a quienes invitó a sus aposentos en cuanto pudo.
Esto por supuesto no le cayó nada bien a don Roberto Zapata, quien pidió a los periodistas ahí presentes no difundir esa información tan desagradable para la cadena hotelera porque mancharía su imagen. El pacto Misión- medios se cumplió, por ello la noticia se filtró y trascendió casi un año después y de ahí la coincidencia de la presentación del nuevo “embajador” de Hoteles Misión.
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*Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Derecho.