La polémica entre Quentin Tarantino y algunos de los principales sindicatos de policía de Estados Unidos no ha dejado de crecer en los últimos días -según nota de BBC Mundo-.
Todo empezó el pasado 24 de octubre, cuando el director de cine participó en Nueva York en una marcha convocada por organizaciones no gubernamentales para protestar contra la brutalidad policial.
«Soy un ser humano con conciencia. Y si crees que se están cometiendo asesinatos, debes ponerte en pie contra ello. Estoy aquí para decir que estoy al lado de los asesinados», dijo Tarantino durante la manifestación, en la que participaron numerosos activistas afroestadounidenses.
En los días siguientes, los cuerpos de policía de importantes ciudades como Nueva York, Chicago, Filadelfia y Los Ángeles hicieron un llamado a boicotear la nueva película de Tarantino, «The Hateful Eight», que llegará a los cines el próximo 25 de diciembre.
El último capítulo de la controversia tuvo lugar este jueves cuando Jim Pasco, director ejecutivo de la Orden Fraternal de Policía, el principal sindicato policial de EE.UU., aseguró en declaraciones a la revista The Hollywood Reporter que tienen algo preparado para el realizador.
Sorpresa
«Hay algo entre manos, pero el elemento de la sorpresa es el más importante. Algo puede pasar en cualquier momento entre hoy y (el estreno). Y gran parte va a ser impulsado por Tarantino que no es otra cosa que predecible», dijo Pasco.
«El momento y el lugar adecuado no han surgido aún. Trataremos de hacerle daño de la única forma que parece importarle, que es económicamente».
Preguntado por The Hollywood Reporter si estaban amenazando al realizador de 52 años, Pasco dijo que no, al menos no físicamente.
«Los policías protegen a la gente. No van por ahí haciendo daño a la gente», dijo el director ejecutivo de la Orden Fraternal de Policía.
Tarantino, director de películas como «Pulp Fiction» o «Django desencadenado», afirmó esta semana en una entrevista con el diario Los Angeles Times que no se siente «intimidado por los sindicatos de policías».
Django desencadenado
«En lugar de analizar el problema de la brutalidad policial que existe en este país, es mejor atacarme. Su mensaje es claro: callarme, desacreditarme, intimidarme», dijo.
En declaraciones al canal de noticias MSNBC, Tarantino también aseguró que «el que esté en contra de la violencia policial no quiere decir que sea antipolicía».
«Tengo la impresión de ser estadounidense y que eso me da derechos, por lo que no hay ningún problema en ir a manifestaciones contra la brutalidad policial y expresar lo que pienso».
Según explica desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, algunos medios estadounidenses han informado que los responsables de la compañía que debe distribuir la nueva película de Tarantino, The Weinstein Company, han mostrado su preocupación por el hecho de que esta controversia pueda afectar el desempeño del filme en la taquilla.
Quentin Tarantino no es ajeno a la polémica.
En 2012, fue acusado por organizaciones afroestadounidenses de trivializar la esclavitud en su película «Django desencadenado», unas críticas que el realizador atribuyó a su condición de «hombre blanco».
Además, el año pasado desató la ira de esas mismas organizaciones al poner en duda los méritos de la película «Selma», que retrata un episodio clave en la lucha por los derechos civiles en EE.UU.