Quiere desquite

NUEVA YORK.— En un abrir y cerrar de ojos pasó un año, pero Mark Sánchez aún paladea la amargura de la derrota en postemporada.

Detesta perder, y la sangre, de esencia mexicana, le hierve al calor de los recuerdos. Tiene la oportunidad de revancha.

El quarterback de los Jets de Nueva York condujo a su equipo a los Playoffs la campaña pasada y fue el segundo pasador novato que ganó dos partidos consecutivos de postemporada.

Sánchez tuvo la presión de comandar la ofensiva de los Jets para vencer a Cincinnati en Juego de Comodines y posteriormente doblegaron a los Cargadores de San Diego en el Juego Divisional. Mark era casi un ídolo.

Llegó el partido por título de la Conferencia Americana, donde se midió ante los Potros de Indianapolis y su experimentada ofensiva liderada por el quarterback Peyton Manning.

Los equinos no tuvieron piedad de los Jets y los vencieron 30-17. Sánchez lanzó para 257 yardas, dos touchdowns y una intercepción, pero no fue suficiente para frenar a Indianapolis. El ex jugador prodigio de los Troyanos de la Universidad del Sur de California se convirtió en el villano inexperto.

Sánchez ya no es el novato de 2009, en el que lanzó 12 pases de anotación y fue interceptado 20 veces, su rating de 63.0 fue vergonzoso.

Esta campaña fue diferente para el jugador de ascendencia mexicana, quien tuvo 17 touchdowns y 13 intercepciones, además mejoró su rating (75.3), aunque todavía tiene una deuda con la afición neoyorquina, con él mismo, y para saldarla debe victimar a los Potros.

Sánchez y los Jets visitan el Lucas Oil Stadium con un Manning, cuatro veces el Jugador Más Valioso de la NFL, ansioso de ganar su segundo Super Bowl.

Las condiciones son adversas, pero la escuadra de Nueva York confía y apoya plenamente al joven Mark, quien no piensa en errar como lo hizo la temporada pasada. Esta vez quiere el triunfo.

“Fue difícil regresar a casa tras aquel juego de Playoffs (ante Potros)… Esta vez el partido no sólo se trata de un asunto personal, sino de todo el equipo”, comentó Sánchez, quien espera sacarse la espina del pecho y cerrar este capítulo con una revancha y una gran sonrisa.

Agencia El Universal