México.- El envío de basura del Distrito Federal a dos rellenos sanitarios en el municipio de Ixtapaluca, en el Estado de México, reavivó el rechazo de la población a la operación de estos sitios ubicados en minas.
Uno de los tiraderos es el que opera en donde estaba la mina El Milagro, que recibe parte de los desechos sólidos que ya no se depositan en el Bordo Poniente.
En este caso, el ayuntamiento no ha otorgado la autorización a la empresa Tecnosilicatos de México para que opere el relleno sanitario.
“Oficialmente, como ayuntamiento, no hemos autorizado ni tenemos la petición de apertura, por ello estamos procediendo en este tipo de situación”, confirmó el regidor panista Ángel Galindo.
Los pobladores de Ixtapaluca, quienes ayer bloquearon durante más de cinco horas la carretera México-Puebla e impideron que 40 tráilers depositaran residuos en los sitios de disposición final; además, denunciaron la operación recientemente de un nuevo relleno sanitario conocido como La Cañada.
“Ya abrieron otro tiradero más abajo y nos afecta a toda la comunidad ¿por qué el señor presidente municipal no viene? que nos dé la cara, no queremos el tiradero”, reclamó Martín Ramos, uno de los vecinos del municipio que hasta el cierre de esta edición impedían el paso de los tráilers procedentes del DF.
EL UNIVERSAL constató la existencia de los dos rellenos sanitarios.
En el primero, operado por la empresa Reciclados Integrales Ambientales S.A. de C.V., en la mina La Cañada, había camiones del DF y compactadoras de la basura que ahí se depositó.
“Es un nuevo sitio donde vamos a depositar la basura. Está a lado del Milagro”, comentó uno de los choferes que maneja uno de los tráilers que traslada la basura de los centros de transferencia al nuevo sitio de disposición final.
El segundo está ubicado en la mina El Milagro, cuyo letrero indica que se trata del Centro Integral de Reciclamiento, Energía y Mineralización.
Ayer, después de las 14:00 horas, los pobladores de Ixtapaluca reclamaron a las autoridades municipales, en particular, al presidente municipal, Humberto Navarro, que presentarán los permisos que autorizan que los camiones del gobierno del Distrito Federal estén depositando la basura en esos lugares.
“No queremos que Ixtapaluca se convierta en el basurero del Distrito Federal”, exclamó Rogelio Tapia habitante de la colonia Jiménez Cantú, en el municipio, quien junto con otros vecinos exigieron el cierre de los tiraderos.
Al lugar acudieron representantes de los gobiernos del Estado de México y del Distrito Federal, quienes reiteraron que cuentan con los permisos correspondientes.
Incluso, uno de los funcionarios mostró un documento que establece que la operación del relleno sanitario en La Cañada cuenta con licencia de funcionamiento desde 2009.
Ante lo cual, los pobladores exigieron conocer el acta de cabildo que autorizó ese permiso y, en todo caso, demandaron la revocación de ese documento, porque, insistieron, no permitirán el depósito de un kilo más de basura en los dos rellenos sanitarios que hay en el municipio.
En el caso del relleno sanitario de la mina El Milagro, en diciembre de 2007 el entonces presidente municipal perredista de Ixtapaluca, Mario Moreno Conrado, ordenó la clausura del sitio que aún se encontraba en construcción, con el argumento de que el gobierno local no había autorizado su edificación.
El ex edil denunció que el gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, dio el aval a la empresa Teconosilicatos de México para que realizara el sitio de disposición de residuos, ubicado a la altura del kilómetro 41 de la autopista México- Puebla, sin que las autoridades locales estuvieran enteradas del proyecto.
La empresa Tecnosilicatos de México cobraría entonces 100 pesos por cada tonelada de basura que ingresara el Gobierno del Distrito Federal al relleno sanitario privado, informaron representantes de la compañía.
En tanto, las autoridades del gobierno capitalino continúan con el envío a tres rellenos sanitarios ubicados en el Estado de México, en Cuautitlán, Xonacatlán y El Milagro, al que se le sumó ya La Cañada.
Agencia El Universal