Recordando a Neruda

Apenas el miércoles de la semana pasada, nos referimos a la vida y obra de uno de los máximos escritores que ha dado la humanidad, que siempre nos brinda la oportunidad de contar con arquetipos, personas dignas de ser imitadas, por la enorme admiración que despiertan en su sociedad, ante su pueblo. Pablo Neruda hizo un inmenso legado literario a la humanidad. Al mismo tiempo dejó un profundo mensaje, de amor y de solidaridad con la gente más necesitada del planeta. Su apego a la libertad, a la justicia, así como a los sentimientos más bellos de los seres humanos, como el amor, que le acompañó durante toda su vida, fue fuente de inspiración y tema central de su legado poético. Poesía amorosa y poesía política.

El miércoles 19 del presente mes de enero, iniciamos la apasionante serie “Escritores y sus obras”, con el apoyo directo de nuestro gran amigo, Raúl Castellanos. Nos abrió un inmerecido espacio, precisamente en rcmultimedios.mx. No fue difícil iniciar este privilegiado trabajo, tomando como punto al Premio Nobel de Literatura 1971. Aunque murió dos años después, en 1973, el 23 de septiembre, en la Clínica Santa María, de Santiago de Chile, nosotros hacemos válido el argumento de que una persona ha muerto hasta que cae en el olvido. ¡Cómo olvidar a uno de los más grandes poetas de la humanidad!

Hay vidas de personas, que podrían resumirse en minutos. En cambio, para hablar de la vida y obra de Pablo Neruda, harían falta varios volúmenes escritos o muchas horas de lectura, para tener un resumen de su creatividad, de sus afectos, de sus viajes, de sus diversos premios y reconocimientos que le fueron otorgados por un gran número de instituciones y de organizaciones. La presencia y estadía de Ricardo Neftalí Reyes Basoalto, en México, es apenas uno de tantos períodos importantes en el largo recorrido del poeta por el mundo entero. Su relación y amistad con nuestros famosos muralistas, con miembros del gobierno y de la diplomacia de nuestro país, requiere de una lectura extensa y plena de interés. Se trata del único escritor latinoamericano, hablante de la lengua española, que haya recibido el Doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras de la Universidad de Oxford. ¡Qué envidia de la buena! Es un gran honor que otorgan, de vez en
cuando, ese tipo de instituciones del más alto nivel educativo. El gran honor que su servidor (sí; yo) ha recibido es un grado Summa Cum Laude, que me fuera otorgado en la Universidad de Austin, Texas, por mis estudios realizados allá, por los años 1969 – 70.

A mis amigos que han mostrado su interés por conocer a fondo al gran poeta, político, luchador por la paz y la equidad en el mundo, les invito respetuosamente a unirse voluntariamente a la lista de lectores, que hemos venido fomentando por décadas, con el único afán de que superemos las estadísticas, que ubican a los mexicanos entre los terrícolas que menos libros leen anualmente. Nuestro promedio nacional, tomando en cuenta a los que sí leen con frecuencia, no llega a los tres libros por año. Siendo ésta, una de las causas directas, de que haya países desarrollados (donde leen más de 20 libros por año) y países como el nuestro. La ignorancia, la miseria y la violencia extrema, comprueban la importancia de que el pueblo, los niños, los papás de los niños, los maestros, leamos.