México.- Felipe Solís Acero, diputado del PRI, aseguró que aún no es tiempo de aplausos ni silbidos para la reforma política y que es natural que a los autores del dictamen original no les guste que se hayan sacado temas como el de la reelección legislativa y de alcaldes, y el de las facultades al presidente de la República para observar el presupuesto de Egresos.
El encargado de elaborar el documento que presentaron los priístas a la Comisión de Puntos Constitucionales en la reunión que integró el predictamen que será discutido la próxima semana en comisiones unidas, explicó las razones que hubo para retirar del dictamen tres puntos de los 11 que integran la reforma política y expresó su convicción de que el Senado verá con simpatía la reforma política que se les envíe de vuelta.
Esta semana, en la Cámara de Diputados fue aprobado un predictamen de la reforma política que inició el Ejecutivo en diciembre de 2010 y que luego recibieron en San Lázaro el 28 de abril pasado. Tras cinco meses en la Comisión de Puntos Constitucionales pasaron ocho de los puntos, varios, con modificaciones.
La revisión a la tarea de la Cámara Alta se realizó con señalamientos del PRI, PAN, PRD y PT, coincidentes y divergentes, incluso, y generaron polémica, en particular el haber dejado fuera la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes, punto en el que la postura del PRI fue definitiva y sacó del dictamen dicho punto avalado por los priístas en el Senado de la República.
Solís Acero, que cuenta entre sus especialidades el derecho Constitucional, Electoral y Parlamentario, y que es considerado por analistas como un integrante del equipo político del senador Manlio Fabio Beltrones, explicó que la revisión de la minuta de la reforma política, en curso en San Lázaro, es un trabajo para mejorar sus contenidos.
Esta reforma tendrá dimensión histórica, aseguró Solís Acero, por el abanico de temas en los que han coincidido las dos cámaras del Congreso federal: la iniciativa preferente; las candidaturas independientes, la fórmula para declarar la mayoría en la Asamblea Legislativa del DF, la ratificación de comisionados de órganos reguladores del Estado.
El diputado califica de la mayor trascendencia esta reforma, que incluye la consulta popular, la iniciativa ciudadana, la mecánica de sustitución del Presidente y la protesta ante la Suprema Corte si no fuera posible en el Congreso general.
Explicó las razones que consensuaron los priístas para retirar del dictamen el veto presidencial al presupuesto, la reconducción presupuestal y la reelección legislativa continua. Con todo, dijo, “tengo la convicción de que el Senado verá con simpatía la reforma política que se les envíe de vuelta”.
Afirmó que el papel de una cámara revisora en un Congreso bicameral, es el que ha cumplido la Cámara de Diputados, esta vez, como en muchas otras minutas. La reforma política la estudió en cinco meses, cuando la Cámara Alta ocupó un año y cuatro meses, y si uno de los puntos, el de las candidaturas independientes, estará vigente hasta 2015 y no en 2012, se debe a que el proceso legislativo se ha extendido dentro de la “veda” legislativa en temas electorales. Esto se debe a la dinámica misma del proceso legislativo y no a una responsabilidad concreta.
—Si es buena la reforma, ¿por qué no la aplauden en el Senado?—, se le preguntó a Solís Acero.
Dijo que es natural que a los autores del dictamen original no les gusten las revisiones, precisiones, agregados o que se hayan sacado temas, pero ese es el procedimiento, como también lo es la negociación.
Agencia El Universal