México.- Los ideales liberales heredados de familia, la adopción de prácticas como el espiritismo y la homeopatía, así como su constante ayuda humanitaria, son algunas facetas de la vida del llamado «Apóstol de la Democracia», Francisco I. Madero, que se muestran en la exposición «Una mirada íntima a Madero», en el Museo Casa de Carranza.
La muestra temporal que permanecerá hasta marzo del 2012, se compone de una colección integrada por más de medio centenar de objetos de época, fotografías, correspondencia, armas y ambientaciones, además de las balas con que fueron asesinados Francisco I. Madero y José María Pino Suárez en 1913, así como un vestido de gala (1908), señala un boletín del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Organizada por el INAH, a través del Museo Casa de Carranza, esta exposición se basa en la investigación y guión museográfico elaborados por Enrique Martínez Horta, historiador de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y la asesoría de Martha Vela Campos, especialista de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones.
El objetivo de la muestra es revelar diversos aspectos de la vida íntima de Francisco Ignacio Madero González (1873-1913), quien propagó la idea de «Libertad de sufragio-no reelección» por todo el país, activismo con el que logró concentrar grandes multitudes de gente, luego desde Texas publicó el Plan de San Luis, donde invitó a la población a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910.
Por lo que mediante registros fotográficos y epístolas provenientes de la propia familia, la exposición permite ubicar al personaje histórico y además a su bisabuelo y abuelo, quienes tuvieron gran relevancia dentro del devenir del noreste del país.
La muestra se divide en cuatro ejes temáticos: «Origen de la familia Madero»; «Nacimiento y Desarrollo de Francisco I. Madero»; «Herencia e influencias ideológicas de Madero» e «Inicio de la Revolución Mexicana».
En el primer apartado se abordan los orígenes de la familia Madero que se remontan a la primera mitad del siglo XVIII, en el noreste de México, destacando a José Francisco Madero Gaxiola (bisabuelo), comerciante, agrimensor y diputado de Coahuila en 1827, personaje que por sus ideas liberales y estar en desacuerdo con la repartición de títulos de propiedad, tuvo conflictos con el gobierno centralista.
Su abuelo, Evaristo Madero Elizondo, colocó a la familia entre una de las más acaudaladas de México; fue un agricultor, comerciante, transportista para también ocupar la gubernatura de Coahuila (1880 a 1884), periodo en que invirtió en la industria textil, minera, metalúrgica, agrícola y financiera.
El segundo módulo aborda la herencia liberal que legaron a Madero sus antecesores, así como sus estudios en Coahuila, Estados Unidos y Francia, para después, ya de regreso en México, tocar la etapa de su matrimonio.
En el tercer apartado se muestran la ideología que Madero adoptó a lo largo de su vida, como el espiritismo -creencia adoptada durante su estancia en Francia- y, la hindú, gracias a la cual dejó de comer carne y tomar alcohol.
En 1886 aprendió homeopatía para tratar a su madre de una fiebre tifoidea y mostró interés por ayudar a las personas de escasos recursos, por lo que fundó escuelas y apoyó económicamente a estudiantes y maestros.
También se exhiben facsimilares de publicaciones espiritistas que él escribió, reproducciones de tratados de homeopatía, y la ambientación de un despacho, integrado por objetos de una botica de la época con botellas, instrumentos, frascos de ámbar, pastilleros, pluma con base, etcétera.
En el último eje de la exposición se aborda el inicio de la gesta revolucionaria, la lucha por la democracia de Madero, su encarcelamiento y trágica muerte. Etapa de su vida en la que publicó obras como: «La sucesión presidencial» en 1910 (1909), y «El Partido Nacional Democrático», donde analiza la ausencia de democracia en el país y el poder absoluto de Porfirio Díaz.
Agencia El Universal