A 56 años de su partida, la obra de Diego Rivera galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1950, aún conmociona, como está ocurriendo actualmente en París, Francia, donde 36 de sus obras son exhibidas en la exposición Frida Kahlo/Diego Rivera. El arte en fusión, en el Musée National de lOrangerie, que del 8 de octubre de 2013, día de su apertura, a la fecha, ha registrado la visita de más de 100 mil personas.
El pintor mexicano Diego Rivera quería que sus pinturas reflejaran la vida social de México tal como él la veía, para mediante su mirada mostrar a las masas una visión del futuro.
El 24 de noviembre de 1957 falleció en la ciudad de México Diego María Rivera y Barrientos, uno de los principales muralistas y figura central en la vida política y cultural de México entre las décadas de los años veinte a los cincuenta del siglo XX.
El montaje de las obras mostradas en la exposición vigente en París se nutre de cuadros cedidos, en gran parte, por el Museo Dolores Olmedo de la Ciudad de México, y es la más importante de la obra de Diego Rivera y Frida Kahlo que se exhibe en la capital francesa desde hace 15 años.
La muestra exhibe 36 cuadros de Diego Rivera, la primera sección se titula Diego Rivera en Europa, en la que se explica que el muralista mexicano inició su vida de pintor en el Viejo Continente, entre 1907 y 1921, codeándose en París con Picasso, Mondrian, Léger, Soutine, Zadkine, Juan Gris, y Modigliani, y se indica que este periodo de su obra entra en resonancia con la colección del Museo de l’Orangerie.
Las pinturas que integran dicha sección y que el público parisino ha podido observar en las técnicas de óleo sobre tela son: El sol rompiendo la bruma (El viaducto de Meudon), 1913; Paisaje de Toledo, 1913; El rastro, 1915; Paisaje de Midi, 1918; La noche de Ávila (Paisaje de Ávila), 1907; El picador, 1909; La mujer del pozo, 1915; Paisaje zapatista – El guerrillero, 1915; En la fuente de Toledo, 1913; Naturaleza muerta con garrafa, 1916; El poste de telégrafo, 1916; y La lejía, 1917.
La exposición se refiere con trabajos de otros artistas a la pareja de pintores en la sección titulada Frida y Diego La pareja, en ella se puede observar la obra al óleo de Diego Rivera, Autorretrato con chambergo, 1907; las fotografías de Peter et Paul Juley, Diego Rivera y Frida Kahlo el día de su boda, 21 août 1929; de Agustín Víctor Casasola, Diego y Frida a la cabeza de la delegación del sindicato de pintores, escultores y gravadores revolucionarios en la manifestación del 1 de mayo 1929; así como la imagen Lucienne Bloch (attribué à), Diego et Frida en el hotel en Detroit, 1932.
En la tercera sección Diego y Frida, pintores, se explica en la muestra que ambos pintores coinciden en su construcción común de una identidad cultural mestiza propia del México post-revolucionario. En las obras de Diego Rivera se muestra al mundo rural indio y a la herencia cultural precolombina Es así que se exhiben del pintor: Vendedora de flores, 1924; Boceto para «Dos campesinos sentados I», 1944; La paloma de la paz, 1955; El obrero, 1940; La canoa enflorada, 1931; Vendedora de alcatraces, 1943; Huichol, 1950; El modista Henri de Chatillon, 1944; Macuilxochitl, 1952; Mujer sentada con trenzas (Modesta), 1941; La canoa enflorada, 1931; Retrato del poeta Lalane, 1936; y Retrato de Dolores Olmedo (La Tehuana), 1955.
La exhibición también hay un espacio que hace referencia a su trabajo como muralista, para ello se hizo una reproducción tamaño natural de escenas de distintos murales. Se indica que en 1920 Diego Rivera viaja a Italia donde estudia los frescos de Giotto que inspirarían sus pinturas murales, una vez que esté de vuelta en México.
En dicha sección se muestra Alimentación es cuerda del reloj de nuestra generación, 1925; El fuego. Proyecto para vitrales « Los elementos » para la Secretaría de salubridad y asistencia, 1929; Dichoso el árbol que da frutos, 1925; Dan la una, dan las dos (Banquete de Wall Street), 1925; Fusilamiento de Maximiliano, 1935; y Quisiera ser hombre grande de muchas, 1925.
La exposición Frida Kahlo/Diego Rivera. El arte en fusión estará en exhibición en el museo parisino hasta el próximo 13 de enero de 2014.
El artista nacido en la ciudad de Guanajuato, el 8 de diciembre de 1886, fue hijo de maestros de escuela. A los seis años de edad se estableció con su familia en la ciudad de México (1892), en donde continuó su educación escolar hasta 1897, año en que comenzó a asistir a las clases de dibujo nocturno en la Escuela Nacional de Bellas Artes de San Carlos.
En 1902 abandonó la escuela, inconforme con el sistema de enseñanza de la pintura, y la sustituye por el campo. En 1907 presentó su primera exposición y ganó una beca a Europa. Trabajó en la Academia de San Fernando de Madrid, volvió a México en octubre de 1910 y regresó a París en julio de 1911. Tras una breve incursión en el puntillismo, de 1912 a 1917 se afilió a la escuela del cubismo.
Regresó al país en septiembre de 1921. Durante esa década de los 20 recibió numerosos encargos del gobierno mexicano para realizar grandes composiciones murales como las que se encuentran en Palacio Nacional y el Palacio de Bellas Artes, en las que abandonó las corrientes del momento para crear un estilo nacionalismo que reflejara la historia del pueblo mexicano y a la vez el espíritu socialista de la revolución.
En la década de los treinta trabajó en Estados Unidos en la decoración del Institute de Arte de Detroit y en el Rockefeller Center de Nueva York, en un mural que fue destruido; expuso su obra de caballete en el Palacio de la Legión de Honor de California, en Estados Unidos. En 1931 expuso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York; y en 1932 hizo la escenografía para el ballet H. P. de Carlos Chávez.
En 1944 hizo la decoración del Palacio Nacional, ahora en los corredores del primer piso del patio central. En 1947 y 1948, bajo el título de Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, volvió a resumir la historia de México, esta vez a partir de anécdotas, en un largo tablero dispuesto en el comedor del que fuera el hotel Del Prado.
En los últimos años de su vida realizó en mosaico el frontis del estadio de la Ciudad Universitaria y la fachada del Teatro de los Insurgentes; viajó a la URSS por segunda vez; organizó una nueva exposición con temática soviética; viajó a Guadalajara y prometió hacer allí un mural si se cambiaba el nombre a Ciudad Guzmán por el de Zapotlán de Orozco. Ya muy enfermo, pasó una temporada en Acapulco, donde pintó una serie de crepúsculos.
El artista falleció en la ciudad de México el 24 de noviembre de 1957, siendo sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón de Dolores.