Ruido pudo ser la causa de la muerte masiva de aves en EU

Este primero de enero murieron cerca de tres mil mirlos de alas rojas en la población de Beebe, en Arkansas, Estados Unidos. Este martes, otros 500 mirlos murieron en Lousiana, a 500 kilómetros de Beebe. Aunque las autoridades de protección animal aún no dan a conocer las causas oficiales de su muerte, especialistas creen que ésta pudo deberse al ruido excesivo de fuegos artificiales.

La bióloga Tatiana Sánchez, quien está a cargo del monitoreo participativo de aves en el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México, estima que los factores que pudieron causar la muerte son múltiples, sin embargo, la hipótesis principal de que la causa pudo ser la cercanía a los fuegos artificiales de fin de año cobra fuerza debido a las particularidades de la especie.

El mirlo de alas rojas o agelaius phoeniceus, es una especie que en ciertas épocas de año integra parvadas. Muchos de estos grupos son migratorios y en invierno van al sur por alimento, «la muerte parece haber sido en vuelo» dijo a especialista en entrevista para EL UNIVERSAL.

«Pobladores del lugar declararon que el 31 de diciembre, los fuegos artificiales fueron más ruidosos que luminosos y el ruido afecta muchísimo a las aves. Seguramente esta parvada viajaba por la noche, pues esta especies hace el traslado nocturno por que tienen menos depredación de esa forma», dijo Sánchez.

«El agelaius phoeniceus no tiene bien desarrollada la vista y aunado al ruido del estallar de la pirotecnia, las aves pudieron sufrir estrés y desorientación. En aves, el estrés puede llevarlos a la muerte» sentenció la especialista.

«Las parvadas son grandes por que la especie no es exótica; no está en peligro de extinción, de hecho es considerada una plaga de cultivos. Se alimenta de insectos y en invierno de maíz y otras semillas», pero esto, según Sánchez, no avala la hipótesis de que las aves pudieron ser envenenadas, debido a que sería más factible que murieran en un plantío y no en vuelo.

Hipótesis

El veterinario de Arkansas, George Badley, declaró a la prensa local que de se encontraron hemorragias internas ocasionadas por posible traumatismo después de realizar 17 autopsias a los pájaros. Los mirlos pudieron chocar contra edificios y entre sí, debido a la confusión que les provocaron los fuegos artificiales del primero de enero.

«Las hemorragias se deben a la caída de las aves, queda pendiente saber la causa de la caída», completó Sánchez.

Otras versiones no descartan que la parvada fuera alcanzada por un rayo o por una tormenta de granizo.

«El mal clima pudo ser factor, desde luego, pero por sí sólo es difícil que fulminara a tantos individuos; pudo combinarse, sin embargo, con el ruido de la pirotecnia», consideró la bióloga.

«Descartaría que se tratase de un virus, por que no sólo murió una especie, murieron varias, y en todo caso los fallecimientos no suelen ser tan numerosos».

Otra de las hipótesis consiste en que el líder de la parvada se equivocó y habría conducido al grupo a estrellarse contra edificios.

«Ha ocurrido que el líder de la parvada se equivoca y se van por una ruta equivocada, pero por la especie y las circunstancias, este no fue el caso, pues no se trata de una especie que migre a grandes distancias», respondió Sánchez.

Antecedentes en México

«En el territorio nacional se reportó un caso de muerte masiva de pájaros y se debió a la contaminación. Fue por aumento de dióxido de carbono, entre otros tóxicos, que resultan letales para las aves; y en ese caso provocaron la muerte masiva».

Tatiana Sánchez se refiere a un fenómeno similar ocurrido en febrero de 1987 en la Ciudad de México, cuando aves conocidas como «chinitos» y «primavera» murieron sin que la UNAM, el IPN o la PGR supieran la causa en primera instancia.

Otro episodio ocurrió en el invierno de 1994, cuando más de 25 mil aves migratorias murieron en la presa De Silva, en el municipio de San Francisco de Rincón, donde tiene su rancho el ex presidente Vicente Fox. Entonces, la muerte se atribuyó al botulismo y la contaminación del agua por parte de las industrias de la región.

En 2004, otra contingencia ambiental mató a 12 mil 800 aves en la presa El Coyote, municipio de Cuerámaro, a media hora de León y de San Francisco del Rincón.

Daños ambientales

El hecho de que la muerte masiva se diera en otro poblado estadounidense mantiene no descarta la posibilidad de que se trate de un problema ambiental.

«Hay plaguicidas como el DDT y productos organoclorados, así como metales pesados que pueden adquirirse en cualquier supermercado que resultan letales para las aves», declaró Sánchez.

«Los rocías creyendo que matas a ciertas especies pero es una red que afecta más a los depredadores. Se han realizado investigaciones a águilas y halcones y se ha encontrado que estas sustancias se acumulan en sus órganos, ello ha afectado su reproducción y ha matado a sus crías; el resultado es que la población de los depredadores disminuye», dijo la especialista.

Los resultados de las necropsias que varias instituciones en los Estados Unidos llevan a cabo podrían darse a conocer hasta la siguiente semana.