![Salas de Lectura....un movimiento ciudadano](https://i0.wp.com/rcmultimedios.mx/wp-content/uploads/2014/08/acccion-2_45649.jpg?resize=678%2C381&ssl=1)
Las Salas de Lectura en México representan “un movimiento ciudadano por la lectura. Los mediadores que forman estas salas son personas que han decidido compartir con otros su tiempo y espacio; es decir, un momento de su vida”.
Al participar con su ponencia La lectura como espacio de libertad: el Programa Nacional Salas de Lectura, Angélica Vázquez del Mercado, directora general adjunta de Fomento a la Lectura y el Libro, de la Dirección General de Publicaciones (DGP), del Conaculta, precisó que los mediadores de lectura “son ciudadanos al servicio de una causa pública.
“Son, en el buen sentido, unos inadaptados: no aceptan su circunstancia tal cual y buscan cambiarla: ejercen su libertad. Para ello han encontrado en la lectura un medio, la herramienta para lograr el cambio anhelado”, agregó en la conferencia dictada en el marco del Primer Congreso de Promoción de Lectura de Panamá.
Dentro del programa de actividades de México como País Invitado de Honor de la X Feria Internacional del Libro de Panamá, la directora general adjunta señaló que una de las estrategias de fomento de la lectura y el libro más exitosas que se extienden por toda la República Mexicana es la desarrollada por el Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL) a cargo de la DGP.
En este encuentro internacional, donde el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes participa con varios ponente, la funcionaria compartió con el público panameño -conformado en su mayoría por profesionales de la educación y la historia-, destacó los logros alcanzados por el programa en sus 18 años de existencia.
Vázquez del Mercado explicó que el PNSL, que actualmente cuenta con mil 987 Salas de Lectura, además de 314 Paralibros, 12 Centros de Lectura fijos, así como 20 centros en Ferias del Libro y Librobicis en la frontera con Estados Unidos, refleja el esfuerzo y la coordinación entre el Estado y la sociedad civil, pues suman ya dos mil 089 los mediadores voluntarios con los que cuenta.
“El éxito de esta iniciativa tiene que ver también con una feliz relación entre la federación y los estados. Ambas instancias comparten la responsabilidad en la ejecución del programa. Unen voluntades hacia un mismo fin: apoyar y estimular el crecimiento y desarrollo de las salas, formar más y mejores lectores que comprendan”, aseguró.
Durante la ponencia se destacaron los apoyos que el Conaculta brinda a los mediadores de lectura, como son diplomados avalados por la Universidad Autónoma Metropolitana, el acervo bibliográfico de 100 títulos con el que se les dota y el apoyo para realizar talleres.
Cabe precisar que las Salas de Lectura surgieron en México hace 18 años y recibieron el primer impulso del Conaculta. En sus inicios fue una iniciativa que surtió de libros a quien deseara formar un club de lectura en su comunidad. Su propósito era que los ciudadanos compartieran su gusto por los libros, por la conversación y la convivencia en su ambiente inmediato: la sala de su casa, un patio o un espacio público accesible a la población.
Conforme la iniciativa se desarrolló, las salas de lectura se multiplicaron por todo el territorio nacional, a la fecha es considerada una de las acciones ciudadanas más exitosas de fomento a la lectura, no por cantidad sino por la calidad del servicio que prestan; el principio que lo sostiene es la voluntad de sus mediadores, agregó Angélica Vázquez del Mercado en su ponencia.
“Una sala de lectura no tiene puertas, ni ventanas ni muros; es decir, sin importar su ubicación física, para que exista una sala de lectura deben confluir tres cosas: primero, un mediador o persona que fomente la lectura para formar nuevos lectores o bien para mantener activos a los que ya lo son; una o más personas que quieran leer y, desde luego, libros y otras publicaciones, sin importar los soportes en que se encuentren”, agregó.
En los últimos años el PNSL ha aumentado sus alcances, destacando que “su horizonte se expande al ofrecer nuevos espacios pensados para estimular a los lectores y promover la cultura escrita. Desde hace un par de años tenemos Paralibros, los cuales son módulos semejantes a una parada de autobús, estos aditamentos resguardan un acervo de más de 300 libros y son atendidos por mediadores que han recibido capacitación por parte del programa, mediante la cual son capaces de realizar acciones que invitan a leer. Pero el principal éxito de estos Paralibros es encontrarlos en la calle, es decir, de interponerse en el camino del peatón y poner a la mano los libros”, aseguró la directora general adjunta de Fomento a la Lectura y el Libro.