El cardenal Juan Sandoval Íñiguez encabezó el domingo pasado una misa de «desagravio» para pedir perdón por los «pecados» cometidos en este país, como el aborto, la ideología de género o feminismo, la corrupción y la violencia del narcotráfico.
Al encabezar la liturgia el cardenal dijo que se trata de un acto de desagravio «en el que venimos a hacer una confesión de culpa, a reconocer nuestros pecados delante del señor, y a pedirle misericordia y perdón».
Ante cientos de católicos que asistieron al Estadio Azul de fútbol de la Ciudad de México, donde hubo además actos de flagelación y cánticos, Sandoval Íñiguez dijo que los pecados provocan «correcciones paternales» o «castigos temporales», de Dios a través de la naturaleza y preguntó a los fieles si consideran que es casualidad que los dos sismos que han ocurrido en México hayan sido el mismo día; el de 1985 y el de 2017.
Consideró que la violencia que ejerce el crimen organizado es el «castigo» de Dios por el aborto y sostuvo que así como se «destrozan» fetos mediante el aborto, el crimen organizado «descuartiza» personas en medio de la violencia y aprovechó para criticar las leyes que avalan la interrupción del embarazo.
«Muchos miles de inocentes son asesinados constantemente en el vientre de sus madres y como contrapartida, y en castigo de este crimen, el crimen organizado mata, descuartiza a sus víctimas, igual que se destrozan los niños en el seno materno», vociferó ante los asistentes.
De acuerdo con información de Infobae, en este acto se realizaron actos de flagelación acompañados de cánticos religiosos.
Esta no es la primera vez que Sandoval Íñiguez hace comentarios de este tipo, hace unas semanas, afirmó que las mujeres son las culpables de ser objeto de violaciones. Este religioso fue proclamado cardenal por el papa Juan Pablo II y se desempeñó como arzobispo de la arquidiócesis de Guadalajara hasta el año 2011 cuando solicitó su renuncia ante el papa Benedicto XVI.
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