Alrededor de 20 de obras de arte sacro del ex Convento de Santa Clara fueron entregadas a la comunidad de Atlixco, Puebla, luego de la restauración que de 2011 a 2013 efectuaron especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Debido a que el ex Convento de Santa Clara por el momento no tiene las condiciones adecuadas para su resguardo, los 21 óleos, una escultura y un altorrelieve de los siglos XVII y XVIII se entregaron como parte de la exposición temporal Santa Clara. Memorias de un templo, que se montó en el Centro Cultural El Carmen, muestra que forma parte de las actividades para conmemorar el 75 aniversario del INAH.
Las pinturas de gran formato son parte de dos colecciones, la primera es integrada por 12 óleos dedicados a la vida de la Virgen María, del pincel del español Bartolomé Alonso de Cazares; y seis cuadros anónimos que narran la vida de San Francisco y Santa Clara, además de una obra de Cristóbal Talavera y dos más anónimos y de interpretación individual.
La exposición, que se mantendrá abierta por tiempo indefinido, ofrece información acerca de la restauración a la que fueron sometidas las piezas, la importancia de conservarlas y su iconografía, además de la historia del Templo de Santa Clara.
La restauración de las 23 piezas se llevó a cabo en dos etapas, de 2011 a 2013. La primera consistió en la intervención in situ de la serie de la Virgen María, la cual requirió de “limpieza de la capa pictórica, los barnices estaban algo oxidados y había un poco de suciedad, por lo cual se limpiaron, resanaron y reintegraron”, explicó la restauradora Lucía de la Parra, responsable de los talleres de la coordinación.
Los marcos dorados presentaban mayor deterioro por los insectos, por lo cual hubo necesidad de consolidar, reponer faltantes de hoja de oro y volverles a dar estructura, ya que habían perdido las uniones. Además se repusieron los faltantes de hoja de oro con micas doradas.
La serie está integrada por escenas de la vida de la Virgen María, como su nacimiento, la presentación en el templo, la anunciación, la natividad de Jesús, la muerte de María, la ascensión y coronación.
La segunda colección estaba muy dañada y al requerir una intervención más elaborada, se decidió trasladarla a los talleres de pintura de caballete y de escultura policromada en las instalaciones de la CNCPC.
En la Ciudad de México se trabajaron el relieve y la escultura, ambos elaborados en el siglo XVII sobre madera estofada. La tabla del Patrocinio de Santa Clara se limpió y fumigó con dióxido de carbono; la capa pictórica y la hoja de oro requirieron de consolidación, resane y reintegración, y los fragmentos débiles se fijaron.
El relieve Patrocinio de Santa Clara muestra a la fundadora de la orden de las clarisas con los brazos abiertos, que resguarda a ocho monjas con su manto. La pieza está integrada por seis tablones verticales unidos por dos travesaños horizontales, mide 1.5 metros de alto por 1.5 de ancho y pesa 200 kilos.
Por su parte, la talla de San Antonio de Padua presentaba desprendimiento de capa pictórica, ennegrecimiento por hollín y fracturas. La madera fue fumigada y desinfectada, se reintegraron los pigmentos y las micas doradas, y se fijaron los fragmentos débiles. La escultura mide 1.3 metros de alto.
La última etapa concluyó a finales de 2013 y se enfocó en la restauración de nueve óleos, en las instalaciones de la CNCPC, en donde se atendieron las roturas de sus soportes, el ataque de insectos, el desprendimiento de capa pictórica, abrasión y oxidación del barniz, ocasionados por las malas condiciones de almacenamiento en la sacristía del templo. Daños atendidos mediante el fijado, consolidación de la capa pictórica y una serie de procesos adecuados para su conservación.
Asimismo, la intervención incluyó una serie de análisis en las obras, como rayos X, infrarrojo, luz ultravioleta, cortes estratigráficos y florescencia de rayos X, de tal forma que se obtuviera mayor información para el estudio de las piezas.
Esta serie la integran escenas de la vida de San Francisco y Santa Clara, así como los óleos titulados San José, El Niño, Patrocinio del Cristo Flagelado y La presentación del Niño Jesús y la Virgen María.
Los lienzos presentaban humedad y varios deterioros a causa de las grietas y filtraciones en el inmueble, provocados por el temblor de 1999 en el estado de Puebla. Algunos óleos estaban colocados en el templo y los demás permanecían en la sacristía.
Santa Clara. Memorias de un templo, se exhibe por tiempo indefinido en el Centro Cultural El Carmen (Calle Norte 202, Centro Histórico, Atlixco, Puebla), de miércoles a domingo, de 10 a 17 horas. La entrada es libre.