
Quienes tuvimos la oportunidad de participar en la FORMACIÓN de docentes del país, durante varios años, culminábamos cada curso impartido, sobre todo los de 40 horas de trabajo y estudio, ocho horas diarias, de lunes a viernes, con una EVALUACIÓN que se aplicaba al grupo participante. En cada ciudad del país, donde teníamos el privilegio de reunirnos con los mejores docentes de cada estado o región, se integraban al aula respectiva a su ESPECIALIDAD a veces hasta cincuenta profesores – alumnos de la región correspondiente. Lo mismo en Chetumal, que en Nueva Rosita, Coahuila o en Guadalajara o en el Puerto de Veracruz.
Lo mismo en Chilpancingo, Guerrero, que en Tepic, Nayarit, en diversas sedes del Estado de México, en el propio Distrito Federal. Uno de los lugares más preciados, por la calidad y la disciplina de trabajo de cientos de maestros jóvenes, fue la Ciudad de Puebla. La verdad es que abarcamos gran parte del país, invitados por excelentes grupos técnicos, tanto del Consejo Nacional Técnico de la Educación, como de la Subdirección Técnica de Secundarias Generales de la Secretaría de Educación Pública.
Los trabajos realizados durante una ardua semana, se evaluaban en la última hora de la ACADEMIA, ya en viernes. Siempre había cuestionarios muy bien elaborados por los expertos en materia de evaluación, de la misma SEP. Había que comprobar si las ASESORÍAS habían logrado los objetivos propuestos y si se esperaba que los cursos impactarían en beneficio de los alumnos, en las aulas del país, al regreso de sus maestros, que compartían conocimientos y experiencias didácticas durante 40 horas de esfuerzo en el aula, más el tiempo requerido para preparar los materiales de estudio para cada día.
Las respuestas a las preguntas planteadas daban la pauta para planear la subsecuente reunión de ACADEMIA, en una y otra sede. Eso era cumplir con el PROCESO ENSEÑANZA – APRENDIZAJE, el cual debe realizarse de la misma manera, durante todo el ciclo escolar, con los alumnos desde la educación básica. Planeación, Desarrollo de la lección, Evaluación, constituyen el trabajo permanente de los maestros en las aulas, cuando se quieren obtener buenos resultados. Mediante la evaluación se corrigen rumbos ( que en educación comprenden objetivos, metas, fines…)
Jamás en nuestra larga vida, hemos sabido de algún “presidente” que evalúe con honestidad, con veracidad, con legalidad, con respeto para el pueblo mexicano, su labor sexenal. Ejemplo de ello es la “Foxilandia” del sexenio pasado y el actual “Felipe en el país de las maravillas”. Los informes, que ya no se plantean abiertamente ante la legislatura correspondiente, sino que se ha convertido en un show en al Palacio Nacional, ante verdaderos incondicionales acarreados y suavizados de alguna manera, son un verdadero auto halago sin réplica alguna. Hay que ganarse el banquete posterior.
Sería muy valioso que los ciudadanos, de manera libre y sin temor a represalias, contestaran a algunas preguntas. Como por ejemplo, con cuál versión se quedarían al final del sexenio. La del patrón que crea una fantasía a su favor., entregando un compendio lleno de datos inflados y de expectativas que jamás se harán realidad (como el descubrimiento de una fábula de yacimiento que ya ha sido refutada por los no alineados) La de Sicilia que habla de la violencia y de la guerra como obsesión sexenal, que causó un inmenso dolor y miles de vidas truncadas. La de los críticos que hablan de un México con cerca de cien mil asesinados y millones de pobres, así como de los millones de jóvenes sin escuela ni empleo.
El formato anterior, que obligaba al “presidente” en turno a presentar su informa ante la legislatura, debería ser recuperado. Porqué tanto temor de los mandatarios millonarios, a escuchar las verdades que ellos esconden o tratan de disimular. Porqué no dar la cara ante su pueblo, que es el que debería juzgar su trabajo, su honradez, su equidad en la aplicación de la justicia. DEBE retomarse el formato que exigía el verdadero informe público ANUALMENTE, estableciéndose la revocación del mandato, cuando las metas no se cumplan en tiempo y forma. Ya se ha hablado de tal probabilidad, que sin más subterfugios debe establecerse. México no debe continuar con el cinismo de “chinto tapa a chinto”, que es el origen de la oligarquía y del nepotismo. Precisamente de ahí surgen los acuerdos bajo el agua y la traición a sus propios partidos políticos. Desde ahora se habla de que “la señora” se la candidata para el año 2017. ¿Cuál de las señoras, la del anterior, la del que se va o la del que ya amarró el cargo para los próximos seis años? ¿Y qué la chayito no cuenta? Ya regresó triunfante, después de sus “errorcitos” en el D.F. Y papito a la mejor agarra Pemex. Habrá que esperar ya al segundo informa de Oaxaca. ¿Seguirán cobrando los funcionarios ineptos y corruptos? ¿Seguirá regresando el dinero a la federación, por falta de capacidad y de responsabilidad en sus funciones? ¿ Se informará del gran ritmo que agarró ya Oaxaca?