La Asociación Nacional de Actores difícilmente proporciona cifras de cuántos de la tercera edad están agremiados, argumentando que se trata de información delicada.
Pero siendo miembro y cumpliendo en sus cuotas anuales se hacen merecedores de servicios médicos y su ingreso a la Casa del Actor, si es que lo deciden en su momento.
Otro organismos que protege a los llamados pioneros del cine, teatro y televisión es la Asociación Rafael Banquells, creada por la actriz Silvia Pinal hace casi 20 años, apoyada por el entonces presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, quien deseaba ayudar a los actores que no recibían un pago decoroso por su trabajo.
La Asociación, además de entregar regalos a fines de año como pavos, otorga a los histriones de la tercera edad una pensión mensual de poco más de mil pesos. “No ha sido fácil mantener la asociación, pero afortunadamente tenemos gente que ya lleva muchos años con nosotros desde el principio, no faltan personas que nos ayuden”, dijo Pinal.
Buscan de todo
Pero si en televisión no hay buenas ofertas de trabajo, los actores intentan seguir en activo y aceptan papeles que quizá no son mediáticos, pero los llenan en el ámbito profesional.
Tal es el caso de Angélica Aragón (Mirada de mujer) de 58 años. “A mí la gente, cuando voy al súper o ando en la calle, me dice: señora, hace mucho que no la vemos, ¿qué ya no trabaja? Y les digo que sigo haciendo teatro y mis películas, pero como no me ven en tv piensan que ya me retiré”, dice la actriz que hoy es parte del elenco de la telenovela A corazón abierto.
Eso mismo le preguntan a Isela Vega, quien contra lo que se pueda creer, es una de las actrices de su generación (tiene 71 años) con más ofertas de trabajo. Acaba de ser vista en la película Los inadaptados.
“Y hay todavía invitaciones para otras películas, pero nada en concreto. Creo que la vida me ha tratado bien”, señala Vega.
Ella, a diferencia de otros actores, es buscada para papeles que tienen nada que ver con lo que hizo en su juventud, cuando fue considerada una de las mujeres más sexys.
Eso no puede refrendarlo Sasha Montenegro (de 60 años), a quien no le interesa regresar a actuar, pero ha recibido invitaciones para representar a una mujer enamorada de un adolescente. “Y ya de vieja no tengo necesidad de hacer esas cosas”, dice.
Agencia El Universal