
Lo mejor de esto -el escenario político- es lo mejor que se va a poner, el fin de semana fue intenso y estamos ya de lleno metidos en el contexto de la sucesión presidencial.
Santiago Creel se organizó una charreada para festejar su cumpleaños en la cual luciendo sus mejores lotes de rejoneador y “charro Ponciano”, sin recato ni medida, expresó su decisión de contender por la candidatura presidencial de su partido.
La jugada es buena, Creel no tiene nada que perder y todo que ganar, lejano al presidente Calderón que pretende ser el gran elector de su partido, destituido como coordinador de su bancada en el senado, perdedor en la elección por la jefatura de gobierno del distrito federal por amplio margen y enemigo jurado de Televisa, cualquier ganancia que obtenga para él es ganar ganar.
No la tiene fácil, aunque en política las únicas premoniciones que se pueden hacer son sobre el pasado y como en este juego la rueda de la fortuna gira, Creel podría finalmente -al igual que lo hizo Calderón frente a Fox- sacarse la rifa del tigre; por lo pronto con “buen olfato”, ya rechazó una alianza con el PRD para el 2012.
Por supuesto, de eso a lograr ganarles -como fanfarroneó- a Peña Nieto, Ebrard o a López Obrador -aunque no lo mencionó- hay una larga distancia y un camino muy sinuoso por recorrer, sin embargo en este negocio nunca hay nada escrito.
En el mismo contexto quien se vio bastante ingenuo, por decir lo menos, fue el “carnal” Marcelo, heredero de las mañas y pragmatismo de quien lo ha tripulado siempre, Manuel Camacho Solís, al declarar que no hay duda de que la izquierda llegará unida en el 2012 en torno a un solo candidato, habría que recordarle al señor “pista de hielo”, “playas de encanto” y “paseos en bicicleta” custodiado por un enjambre de policías y guaruras, que por ahí anda un personaje que responde al nombre de Andrés Manuel López Obrador, quien por si no lo sabe, no lo dejará pasar o por lo menos será su competidor, si Ebrard lograra la candidatura del PRD incluso en alianza con el partido de Gómez Morín.
Y no tengan duda, Andrés Manuel, a medida que se acerquen las definiciones, endurecerá su discurso en contra del “carnal” Marcelo hasta equipararlo como un instrumento más del innombrable Salinas de Gortari, de quien por cierto el peje se dijo orgulloso que lo descalificara llamándolo neo-populista; en contraparte, podríamos afirmar que el halago salinista al jefe de gobierno fue algo más “que el beso del diablo”.
Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional parece ir en “caballo de hacienda” de la mano de Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, quienes al parecer alcanzaron un acuerdo para que Humberto Moreira y una mujer, legisladora y senadora -y faltó decir cercana a Beltrones- ocupe la secretaría general de ese partido.
Pero además los priistas aprobaron un candado para que su próximo líder nacional y secretario o secretaria general no puedan ser postulados como candidato o candidata presidencial, a menos que se separen del cargo seis meses antes del inicio del proceso electoral correspondiente.
Lo importante de esta decisión es que se evitarán posibles fracturas como sucedió cuando Roberto Madrazo era el ave de tempestades, además de que la candidatura de Humberto Moreira se perfila como única a la dirigencia, lo cual también despresuriza la tensión política en ese partido, aunque su cercanía con la “Cruella de Vil” de la política y sus “tendencias” nepotistas no son la mejor carta de presentación.
Así que vayan haciendo sus apuestas, aunque lo que hoy parece ser una ruta inevitable de la vuelta del dinosaurio a los pinos mañana podría cambiar.
Volveremos a encontrarnos aquí en SIN CENSURA