Un 8 de diciembre hace 30 años un fanático loco terminó con la vida de John Lennon, franqueándole así su paso a la eternidad, su música, los mensajes de sus canciones, sus vivencias, las utopías que perseguía se convirtieron en símbolo y razón de los soñadores de todas las generaciones.
Evocando a Lennon y al compás de un twist y gritos cuántas veces no le hemos dicho a un ser amado quiero estrechar tu mano, porque al fin y al cabo la vida es de contrastes, tiene claros y oscuros y como reconforta después de una noche de un día difícil encontrar ayuda.
Lennon me hace pensar en un cielo estrellado, mirándome en unos ojos amielados, los más bellos que he visto en mi vida, caminando, volando sobre la campiña de un bosque Noruego, convertido por siempre en campos de fresas, viviendo a plenitud los instantes de idílica entrega, anticipando que el mañana nunca se sabe y aunque el mundo nos diga tienes que esconder tu amor.
Bien lo apuntaba Lennon, la vida es sólo un día en la vida, el amor es una revolución, la felicidad es un arma cálida que a veces nos quema, nos consume y nos confunde cuando simplemente todo lo que necesitas es amor.
Lennon nos llevó a través del universo, fue un juglar que llamó a la humanidad a darle una oportunidad a la paz, por eso imagina “que no hay paraíso, que no hay países, nada por lo que matar o morir y así tu puedes decir que soy un soñador pero no soy el único, espero que algún día te nos unas y el mundo vivirá como uno solo”.
La música de Lennon es como si volviéramos a empezar todas las mañanas después de cruzar a través de la noche los pantanos de la incertidumbre, una nueva ilusión y razón para luchar y vivir, Lennon fue un idealista pleno, teniendo como centro de su universo a la mujer por ello me quedo con la imagen última de su video de Imagina en donde besa a su amada… porque un beso de amor te devuelve la vida…
Feliz navidad la guerra terminó
Volveremos a encontrarnos aquí en SIN CENSURA