La tercera dimensión alcanzó a los cortometrajes mexicanos y el primero en hacerse bajo esa técnica es Sugar Candy, protagonizada por Sergio Corona, que llegaría a los cines en el verano.
La producción de tres minutos de duración cuenta la historia de dos globeros que se disputan como clienta a una niña. Fue dirigida por Pedro Araneda, de la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes (AMCI). “Existe inquietud por esta tecnología, en EU se han desarrollado películas y con ellas la taquilla se ha incrementado. En esta experiencia de ponerse anteojos, México no se puede quedar atrás”, señaló Araneda.
Sugar Candy, primer proyecto en filmarse con acción viva (actores reales) ya cuenta con el interés por parte de distribuidores para colocarlo antes de una película. La idea, comentó Araneda, es que sólo sea proyectada en las cerca de 400 salas que soportan la tecnología en 3D.
“Lo han tomado bien, ya lo terminamos el próximo jueves y entonces se los mostraremos a los interesados. Queremos que la gente la vea y el verano sería buena época”, indicó. El corto representa el retorno de Corona al séptimo arte después de seis años, cuando rodó la comedia de humor negro Club Eutanasia.
“Participé en la primera transmisión de televisión en 1950, luego en el primer espectáculo de ballet en un teatro de revista, creo que ahora esta fecha también va a decir algo en el calendario”. bromeó el actor.
Sugar Candy tomó dos días de rodaje y costó de 30 mil dólares (casi 400 mil pesos). “Pudo hacerse en un día, pero quisimos hacerlo en dos para disfrutar el trabajo”, expresó Araneda.
Los previos
Sugar Candy es la antesala para filmar un largometraje de suspenso psicológico llamado Noche perpetua, también en 3D.
“Lo único que puedo adelantar es que es una historia que ocurre dentro de otra historia. Es en un solo lugar y la gente no va a darse cuenta por dónde se va a asustar”, refirió Araneda, quien será el productor.
Noche perpetua se encuentra en estos momentos en las manos del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), responsable de apoyar proyectos de índole comercial.
“El presupuesto es menor a lo normal (20 millones de pesos), anda apenas superando los 16 millones. Esperamos contar con el apoyo del fondo y así comenzar a rodarla”, exclamó el entrevistado.
Parace que el 3D ha llegado a México para quedarse, pues el año pasado se estrenó la cinta animada Brijes con esa tecnología y está levantándose, paralelamente, Brisa 160, una historia de terror. Dicha película se ubica en 1985, cuando un grupo de jóvenes estudiantes celebra una fiesta de disfraces.
Agencia El Universal