La multifacética Susana Zabaleta sonríe con picardía y, con esa mirada entre perversa y divertida, confiesa que algunos libros de su biblioteca han sido adquiridos por medio del hurto, el cual ha sido perpetrado por ella misma; las víctimas han sido amigos o parientes, y es que una de sus adicciones es la lectura, por lo que le es imposible resistirse a la tentación.
“Pienso que robarse libros no está tan mal, o pedir un libro a cambio de, tampoco está muy mal, entonces sí se vuelve una adicción, no sólo los libros, sino la robadera”, dice Susana. Pero no es robar por robar, ya que no se trata de cleptomanía, sino que debe cubrir un requisito para que esta soprano coahuilense se atreva hacer semejante acción. “Pienso que todos los artistas en algún momento tienen vidas atormentadas, entonces me gustan las historias de la gente atormentada; de la normal, común y sencilla que viven así felices para siempre, me dan mucha hue…, por eso no verás aquí a la Cenicienta ni a la Blanca Nieves, ni a ninguna de esas pen…”, confiesa la cantante y actriz.
Otra de sus adicciones es coleccionar figuritas de villanas o personajes surrealistas, como los creados por Tim Burton (los cuales se encuentran por todo su estudio) y con quien Susana se declara identificada; a fin de cuentas, una personalidad compleja y misteriosa. “Me encanta (de Tim Burton) la locura, la manera de idear, esa imaginación incasable que de repente dices: ‘ya no se le puede ocurrir otra cosa’, y te acaba sorprendiendo; me encanta que me sorprenda la gente”, expresa.
Su vicio número tres es su jardín, el cual está lleno de historias y espacios con gran significado, y además es el refugio de su dueña, quien ha comprado, y también robado, cada una de las plantas que adornan este lugar. “En mi jardín encuentro la paz, yo creo que cada ser humano por lo menos debería tener cinco metros cuadrados de áreas verdes, pero parece que al ser humano no le gusta lo verde, creo que tener espacios verdes te tranquiliza y te hace un mejor ser humano”, explica la actriz, quien tiene por ahí una planta de Elena Poniatowska.
Pero se declara totalmente adicta a sus dos hijos, Elizabetha y Matías.
“Son lo máximo en mi vida, y estoy educándolos tan mal para que las personas que se casen con ellos digan: ‘hija de su chi…”, dice con su característico sentido del humor. Se lleva tan bien con ellos, que dice que la mayor parte del tiempo se la pasan corrigiéndola, pues cuando ella quiere hacer alguna maldad, le dicen que no, que eso está muy mal, actitud que la cantante adora.
Es por eso que la Zabaleta quiere que sus herederos tengan una infancia feliz, como la que vivió al lado de sus padres en su querido Monclova, Coahuila, pero también trata de hacerlos excelentes personas, transmitiéndoles el amor a la naturaleza, al respeto y a la libertad.
Provocará adicción
Susana Zabaleta, quien ofrecerá un recital en el Lunario, está a punto de entrar a un terreno hasta hoy desconocido por ella: la conducción, ya que el próximo lunes 4 de julio saldrá al aire su programa Susana Adicción, a través de canal paga Unicable.
“Yo quiero que sea adictivo para las demás personas, porque soy como Cara cortada; yo hago la droga, no me la meto”, dice Susana al cuestionarle si ésta será su nueva adicción. Pero también dice que es la clase de producción que le hubiera gustado ver a ella cuando prende la televisión en su casa.
La actriz explica que en este programa hablará de todo y sin censura, también habrá un espacio para reconocer a los héroes anónimos que abundan en el país, como los limpiavidrios, además de una sección musical donde sólo irán cantantes de verdad, por lo cual decidió comenzar con una grande, Lupita D’Alessio. “Tiene una voz realmente increíble, está loca igual que yo, fue como el encuentro de dos mamás, dos mujeres que las han tratado bien, las han tratado mal”.
Políticos no, por ahora
El hecho estar ahora como entrevistadora no se le ha dificultado, porque lo que ella hace es tener una charla, como tomar un café entre amigos, pero considera que la clave de todo está en hacer sentir cómoda a la gente y dejarla hablar. Y aunque conversará un poco de todo, dice que por el momento se abstendrá de invitar a políticos, no porque no quiera, sino porque no la dejan.
“¡No! No me enseñes el diablo. Sé que el diablo existe, pero no, sé que las tentaciones están. Yo no quiero estar en televisión abierta, no soy una estrella y como dice ‘el canal de las estrellas’, yo soy una diva, es muy diferente. Una diva es una diosa, alguien intocable, tenemos un humor de la chin…”, expresó ante la idea de que algún día su programa sea transmitido por tv abierta.
Agencia El Universal