
Millones de personas acuden cada año a contemplar maravillosos monumentos, a conocer su historia y quedarse embelesados por su grandiosidad. Todos ellos son Patrimonio de la Humanidad y se han convertido en meca de cualquier viaje.
Aunque la lista es extensa, lo cierto es que nadie que viaje al norte de India se va sin haber visitado el Taj Majal, o quien recala por primera vez en Nueva York se siente tentado a tomar un ferri hasta la isla de Ellis para conocer de cerca el lugar a donde llegaron millones de emigrantes en busca de mejor suerte.
Algo parecido sucede con otros iconos que a pesar de ser monumentos archiconocidos, su grandiosidad y belleza no defrauda, así que siguen siendo lugares de visita obligada.