El telescopio espacial Planck, lanzado hace año y medio por la Agencia Espacial Europea (ESA), completó el mapeo de los objetos fríos del Universo en su búsqueda por comprender más acerca del origen del cosmos.
El equipo del proyecto identificó hasta ahora 189 cúmulos distantes de galaxias, 20 de los cuales eran desconocidos y fueron confirmados por el observatorio XMM-Newton, también de la ESA, publicó el diario El País.
«Estas observaciones las utilizaremos como ladrillos para construir nuestro conocimiento del Universo», dijo Nabila Aghanim, del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Franciab (CNRS) de la Universidad de París en Orsay, Francia.
En julio de 2010 la misión Planck publicó un primer mapa global del cosmos. En total, la sonda, que lleva el nombre del descubridor de la física cuántica, deberá completar cuatro barridos completos del cielo antes del final de la misión previsto en 2013, sujeto a la duración de sus fuentes de refrigeración por helio.
La ESA presentó los resultados de la sonda en París y se publicarán 25 artículos en la revista científica Astronomy & Astrophysics.
El drama cósmico
Si William Shakespeare fuera un astrónomo que viviera hoy día hubiera escrito: todo el Universo es un escenario y las galaxias sólo simples personajes. Los resultados de la misión Planck revelaron que el drama de la evolución de nuestro Universo se desarrolla en tres actos.
Los telescopios de luz visible han captado hasta ahora un poco más del acto final: las galaxias que nos rodean. Pero haciendo medidas de las longitudos de onda entre el infrarrojo y el radio, Planck logró regresar en el tiempo y mostrarnos los dos primeros actos. El resultado son las vistas de las galaxias formándose, publicó la ESA en un comunicado.
Planck encontró evidencia de galaxias invisibles hasta ahora, envueltas en polvo hace miles de millones de años que formaron estrellas a ritmos mucho más elevados del que vemos en nuestra galaxia actualmente.
«Este es el primer paso, sólo estamos aprendiendo cómo trabajar con esta información» dijo Jean-Loup Puget, del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Franciab (CNRS) de la Universidad de París en Orsay, Francia.
Eventualmente Planck mostrará las mejores vistas del Universo en formación, el primer acto, donde las galaxias estaban por nacer, al captar las ondas de radiación que se formaron 380 mil años después de que el Big Bang ocurriera y el Universo se enfriara.
Sin embargo, la «emisión anómala de microondas», un resplandor difuso asociado a las regiones densas de polvo de nuestra galaxia, pero sin conocer a ciencia cierta su origen, ha impedido que Planck llegue al fondo difuso infrarrojo donde se acumulan las emisiones estelares más lejanas a la gran explosión que se supone ocurrió hace 13 mil 700 millones de años.
Acercándonos al origen
El científico de la ESA y uno de los responsables del proyecto Jan Tauber explicó en rueda de prensa que los datos recogidos por el satélite han permitido por primera vez «cuantificar exactamente las proporciones de los diferentes tipos de gas en el medio interestelar», y en concreto el denominado «gas oscuro», es decir aquél que no cuadra en las ecuaciones que ha realizado al respecto.
Asimismo, señaló que el equipo investigador publicó un catálogo de 189 cúmulos de galaxias, de los cuales 20 son cúmulos que no se habían descubierto hasta ahora.
«Los datos nos dan una visión directa de la forma en la que la materia oscura se aglomera, lo que confirma las teorías que tenemos sobre la formación de estructuras en el espacio», aseveró Tauber.
El coordinador de programas científicos del CNES, Olivier Le Marle, explicó a Efe que en esta primera oleada de resultados Planck todavía no se ha fijado en los orígenes del Universo, misión para la que fue lanzada la sonda, sino que ha comenzado analizando objetos más cercanos.
«Es una etapa crucial porque es necesario distinguir cada capa de lo que se analiza antes de poder entrar de lleno en el momento que se establece el origen del universo», aseguró el científico.
De esta forma, los datos revelados serán más útiles a los astrofísicos que a los cosmólogos, que tendrán que esperar un par de años para conocer la segunda ronda de datos del telescopio.
A partir de sus trabajos, los científicos contarán con la más completa cartografía del Universo nunca obtenida, lo que les permitirá acercarse a ese momento denominado de la «luz fósil», descubierto por casualidad en 1964 y datado 380 mil años después del Big Bang.
Antes de ese momento el Universo era opaco, puesto que la materia que lo formaba estaba a una altísima temperatura, pero en su expansión se enfrió y dio origen a la luz, según la base científica recogida por la ESA.
Para esta misión, la primera que en Europa trata de conocer el origen del Universo, la ESA invirtió mil 700 millones de euros y 15 años de estudios preliminares, conjuntamente con la sonda Herschel, dedicada a la observación de partes más próximas a la Tierra.
Ambos telescopios espaciales fueron lanzados el 14 de mayo de 2009 desde la base de Kurú, en la Guayana francesa, y situados por un cohete Ariane 5 a una órbita situada a mil 500 millones de kilómetros de la Tierra.
(Con información de EFE y El País)